𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚎𝚕 𝚟𝚎𝚗𝚎𝚗𝚘 𝚍𝚎 𝚊𝚖𝚘𝚛 || 𝙼𝙸𝙽𝚂𝚄𝙽𝙶

•6

Jisung se apresuró a llegar con él, Minho se veía en un muy mal estado. No sabía que estaba pasando. Llegó con el chico y este prácticamente se lanzó a sus brazos.

—– ¡Minho! —– se sorprendió por el repentino abrazo. —– Hey, hey, ¿qué pasó? —– le dio suaves toques en la espalda para intentar calmarlo.

—– l-lo si-siento mucho. —– ¿Lo siente? Jisung frunció el ceño ante la disculpa.

—– ¿Por qué lo sientes? ¿Qué pasó? —– volvió a preguntar. No estaba entendiendo nada. Sé sentaron en una banca cerca, por suerte no había gente en el lugar.

—– Yo...yo te he mentido todo este mes, y lo siento mucho. —– Dijo con la cabeza gacha. —– Mi vida no es la más feliz, pero no quise decirte nada porque yo...—– Tenía miedo de decirlo, no quería que ese chico se alejara de él. Volteó con Jisung y este tenía lágrimas en los ojos, se sintió más culpable. —– De verdad lo siento...—– susurró.

Jisung no estaba entendiendo nada, Minho le había dicho que le mintió, pero no sabía de qué manera, solo quería entender lo que sucedía. Sus ojos se humedecieron con lágrimas, pero no porque se sentiera traicionado como pensaba Minho, sino por el estado en el que estaba el hombre junto a él.

—– No, no, Minho. No te disculpes. —– dejo su mano en su hombro para que sintiera apoyo. —– Dime que paso para poderte ayudar. —– Sonrió a medias.

Suspiro. —– Te mentí —– volvió a repetir. —– Pero, todo tiene una explicación. No quise que te enterarás de mi vida porque no quiero que te alejes y pienses lo peor de mi o de mi familia. —– Jisung le veía sorprendido, le había ocultado su vida privada por miedo. —– Te juro que el ambiente que hay en mi familia no me representa en lo absoluto...—– Minho estaba seguro de eso, él odiaba el comportamiento que tenía su padre y lo sumisa que era su madre ante las órdenes le daba su papá. Él odiaba el hecho de que se pusieran un escalón arriba sobre los demás, simplemente lo odiaba.

—– Minho, relajate. No te estoy entendiendo, ¿qué sucedió? ¿Por que dices que mentiste? —– Jisung había llegado a la plaza con una idea y terminó con otra totalmente diferente.

—– Te he dicho que yo vivía muy bien con mis papás y mi hermano menor, pero eso no es así. —– Jisung le veía atento, así que continuo. —– Mis padres... mi padre más bien. Él nos ha hecho la vida miserable...—– empezó a contar.

~~☆~~

Los padres de Minho se habían casado a los 16 y 18 años porque Jiwoo; su madre, había quedado embarazada. Esto no fue bien visto por la familia de ambos. Doyun; su padre, estaba profundamente enamorado de su dulce novia, le importo poco lo que sus padres le decían, él se iba a hacer cargo de ella y su bebé.

—– Doyun, hijo. Sabes que ella no te conviene. —– dijo la madre de este. —– Sólo tienes que mirarla para darte cuenta de cómo es, solo te quiere utilizar. —– Su madre no la conocía, ella era dulce y amable.

—– Escucheme, señora. —– gritó una mujer —– Mi hija no tiene la necesidad de andar utilizando a su muchachito, para eso tiene familia. —– La madre de Jiwoo estaba furiosa, por un lado porque su hija había quedado embarazada a los 16 años, y por otro porque la familia Lee no dejaban que su único hijo se hiciera cargo de sus acciones.

—– ¡Pero mi hijo no tiene la necesidad de cargar con problemas como este! —– atacó la mujer. —– Su muchachita, ahí anda de fácil. Mi hijo es hombre y tiene la necesidad de saciar sus deseos, que su hija haya abierto las piernas ¡no es nuestro problema!

—– ¡Ninguno de los dos tiene la necesidad de cargar con esto! —– Habló el padre de Jiwoo. —– ¡Pero así como mi hija se hará responsable, que su hijo haga lo mismo!

—– Bien. Doyun se hará cargo. —– Habló la mujer. Al joven le brillaron los ojos de una manera irreal, volteó a ver a su novia, quien lloraba en los brazos de su madre. Todo iba a estar bien, él cuidaría de ella siempre. —– Pero su muchachita se vendrá a vivir con nosotros. —– Como si se tratara de un contrato, ambas familias estrecharon manos y ese mismo día, Jiwoo se mudo con los Lee.

Tocaron la puerta. La señora Lee se apresuró a abrir, sabía que era la hija de los Kim.

—– Buenas noches. —– saludo cordial la joven.

—– Pasale, niña. —– la miro con asco.

—– ¡Jiwoo! —– corrió Doyun hacia ella, pero su madre lo detuvo.

—– ¡Aver, Doyun! Nada de abrazos o muestras de afecto. —– advirtió su madre. —– Y desde ahorita les digo, ese niño nace y los dos se me van de mi casa, ¿me oíste? —– esta vez miró a Doyun. El joven asintió. —– Así que desde mañana, me empiezas a buscar trabajo y viendo donde se van a ir a meter, porque aquí yo no los voy a estar soportando. —– Ambos jóvenes se quedaron en silencio viendo hacia el piso.

—– ¿Dónde dormiré? —– preguntó con notable miedo.

—– Pues no hay donde meterte, mocosa. —– dijo la señora.

—– Va a dormir conmigo, mamá —– Dijo el joven viendo a su madre con reto.

Los días pasaron, a Jiwoo se le habían puesto ciertas reglas que cumplir. Como por ejemplo, preparse sus propios alimentos, incluyendo los de Doyun. Según la señora Lee, para que se fuera acostumbrando a atender a un hombre.

Los padres de la joven iban diario a verla, pero a la Señora Lee le molestaba demasiado, así que solo los dejaba ir a su casa una vez por semana, cosa que a los Kim les pareció algo estúpido, iban a ver a su hija, no a ella.

3 meses después.

Fueron a su chequeo médico de cada mes, necesitaban ver como iba el bebé. Esas consultas no las pagaban los Lee, las pagaban los Kim. Saber el estado del bebé era algo muy emocionante e importante para la familia de Jiwoo, sin embargo para los Lee, sólo a Doyun le interesaba.

—– Bien. Jiwoo, sube a la camilla y súbete la camisa, porfavor. —– Indicó la doctora que había estado llevando el embarazo.

Jiwoo hizo lo que le pidieron, Doyun estaba a un costado de ella sosteniendo su mano. La doctora colocó un gel azul sobre el vientre de Jiwoo, la joven sintió un escalofrío por lo helado que se sintió aquel gel.

—– ¿Podremos saber que es, doctora? —– preguntó Doyun con impaciencia.

—– Por lo general es hasta los 4 o 5 meses. —– dijo con una sonrisa. —– Bien, Jiwoo. Vamos a empezar. —– comenzó a mover el ecógrafo por su abdomen logrando ver a un pequeño bebé. —– Lo encontramos, aquí está. —– señaló a una manchita. —– Aquí está su nariz, su boca, sus manitas. —– empezó a señalar. —– Mide unos 8 centímetros, aún está muy pequeño.

Doyun veía todo con encanto, volteó a ver a sus suegros y estaban emocionados, volteó con Jiwoo y estaba llorando. Todo estaba perfecto.

—– Para tu edad, Jiwoo. —– volteó con la joven. —– Tu embarazo va muy bien, muchas felicidades. Solo esperemos no tengas complicaciones, lo más seguro es que no por como se está desarrollando. —– aseguró la enfermera.

Todo iba a estar perfecto.

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Holaaa, ¿qué les pareció?

¿Si les está gustando? ¿Les gusta que hable sobre el pasado? Jijiji espero que si♡

Los amo 5 pesos♡♡♡♡