Capítulo 6 | Kania

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Estoy en el estacionamiento con Daniel. Ambos estamos sentados dentro del coche, ambos estamos en silencio. Lo volteo a ver y puedo notar como su mandíbula esta tensada, sus manos aprietan el volante con fuerza. Mi respiración se normaliza, y me atrevo a hablar.

—¿Por qué te comportaste de esa manera, Daniel? Jamás me habías hablado de esa forma —le digo en un susurro.

Daniel voltea a verme y sonríe con sarcasmo. Frunzo el ceño.

—Vi en la forma en que te miraba —simplemente dice, sus manos aún están apretando el volante.

—¿Qu-que? —balbuceo. —¿De qué hablas?

—De ese tal Harry, le gustas —quita su mirada de mi. —Hable con el y también note la forma en la que hablaba de ti —hace una mueca.

No digo nada, porque no tengo nada que decir, porque yo también note la forma en la que Harry me miraba.

—No sé qué decir... Daniel —le digo con la cabeza gacha.

No decimos nada, estamos en silencio por unos minutos, hasta que recuerdo lo que Harry me había dicho hace un rato atrás.

—Así que... le dijiste a Harry que hoy nos íbamos a acostar —mi voz suena un poco más seria.

Daniel voltea a verme y suelta el volante, da un suspiro largo y pesado, mas no dice nada.

—¿Por qué? —demando.

—Solo quería alardear, ¿sabes? ¡Maldita sea! Desde que estábamos en el maldito cine, note la forma en la que miraba, tenía que hacer algo para hacerle saber que eres mía —sube su tono de voz, lo que me es extraño porque nunca antes lo había visto así.

—Sí, pero no tenías que decirle eso —grito. —Ah, y no soy tuya, demonios.

Abro la puerta para salir, pero él pone el seguro desde su lugar, intento con todas mis fuerzas abrir, pero obviamente no puedo. El conductor si que tiene mucho poder. Lo volteo a ver y él toma mi mano.

—Lo siento, nena. Soy un idiota —pone mi mano en mejilla.

—Llévame a casa, por favor —simplemente le digo y alejo su mano de mi cara.

El vuelve a suspirar y prende el motor, de un momento a otro ya estamos saliendo del estacionamiento.

( ... )

Daniel detiene el coche frente mi casa, todo el viaje de veinte minutos estuvimos en silencio. Apaga el motor y voltea a verme.

—Lo siento, ¿de acuerdo? —suspira. —Pero tú sabes que realmente me gustas, y no quiero perderte. Ya te he dicho que eres diferente a las demás, y que quiero pasar el resto de mis días junto a ti.

Me quedo calla, no se qué decir. Mierda. Yo lo quiero, pero no me siento de esa manera con el, sí, me gusta Harry, me gusta más de lo que debería, quizá es porque Harry es casi idéntico a mi, ambos tenemos las mismas aspiraciones, y con Daniel no, nos llevamos ocho años de diferencia, trabaja en la editorial de mi padre, y si se entera que salgo con él, matara a Daniel y luego me mata a mi.

Me siento confundida, volteo a ver a Daniel, y el está ahí, mirándome.

—Tengo que irme —le digo y abro la puerta del copiloto. —Muchas gracias por venir a dejarme y buenas noches.

No dejo que hable y salgo del coche, cierro la puerta y camino lo más rápido que puedo hacia la puerta principal, la abro y entro rápido cerrando con seguro detrás de mi. Me recargo en ella y suspiro. Saco mi teléfono y me doy cuenta que ya es de madrugada, domingo 2:34am. Subo silenciosamente las escaleras y entro a mi habitación, cierro la puerta lentamente pero esta rechina un poco y maldigo en voz baja, la cierro rápido pero trato de que haga el menor sonido posible. Una vez que esta cerrada, tiro mi teléfono a la cama y entro al baño, me despojo de mi ropa quedando solo en ropa interior y lavo mis dientes. Arreglo mi desordenado cabello en un moño, salgo del baño y me acuesto en la cama, pero no tengo sueño.

Weekend » Harry StylesWhere stories live. Discover now