Capítulo 9 | Kania

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Estoy sentada en la esquina de mi cama, tengo mi celular entre mis manos, mierda ¿Por qué no me llama? Llámame. Llámame. Por supuesto que no te va a llamar después de que lo corriste Kania, no es tonto, quizás un poco, pero no tanto.

Resoplo y me dejo caer, cambie las sabanas de mi cama por unas nuevas, ya no huelen a el, ruedo los ojos, lo jodi, no debí actuar de esa manera tan repentinamente, me acomodo en forma fetal, esperando una llamada que jamás llegó.

( ... )

Abro los ojos lentamente, se sienten pesados por el desvelo, mi celular esta cerca de mis pies así que lo traigo a mis manos con ayuda de mis pies, lo desbloqueo y nada, no hay mensajes ni llamadas, nada. Me siento y aviento el aparato a la mesita, suspiro y me levanto para ir a al baño.

Entro y cierro detrás de mi, me miro al espejo y me observo. Mi cara se ve igual que ayer, es mentira lo que dicen que después de tener tu primera vez tu rostro cambia, gracias al cielo. Mis ojos están cansados.

—Zorra —le digo al reflejo.

Niego con la cabeza y me meto a la ducha.

( ... )

Hago mi cabello una trenza mientras bajo las escaleras, mi mochila cuelga en mi espalda, entro a la cocina y me encuentro con mis padres, mi padre está sentado tomando café y leyendo el periódico, mi madre se encuentra haciendo el desayuno, dejo caer mi mochila al suelo y camino hacia la cafetera, me sirvo un poco y camino hacia la mesa donde esta mi padre, tomo un trago y mi padre me mira, leo un poco del periódico que el sostiene, cuando se da cuenta el pone abajo el papel y frunce el ceño.

—¿Estas bien? —pregunta.

Lo volteo a ver y alzo las cejas.

—Si —miento.

Dejo la taza en la mesa y voy hacia la puerta, pero me detengo, doy media vuelta y mi padre ya esta de nuevo leyendo.

—Conocí a un chico —suelto.

En cuanto dije eso, mis padres dejan de hacer lo que hacían.

—Uno muy bueno, en realidad. Y creo que lo aleje —continuo.

—Cariño, estoy segura de que no lo hiciste —dice mi madre, la miro.

—No. En serio lo hize. Lo jodi. Y ahora, termino antes de que empezara, y-y ya no volveré a verlo, nunca.

—Cariño... —dice mi madre acercándose.

Extiendo mis brazos y la abrazo, esto es lo que necesitaba un abrazo de mi madre.

—Te amo —digo.

Me separo de mi madre y volteo a ver a mi padre. —A ambos, demasiado —sonrió.

Mi padre se levanta y me abraza.

—Y lo siento si no se los digo a menudo —digo separándome de mi padre.

Abro mi boca para decir más pero ya nada sale.

Asiento y tomo mi mochila del piso. —Debería irme ya, o perderé el bus, adiós.

No espero a que respondan y rápidamente salgo de la cocina, cuelgo mi mochila en el hombro derecho y abro la puerta principal, salgo y cierro detrás de mi.

—Esto es así...

Salto y volteo de susto, Harry está parado enfrente de mi.

—Mierda —digo y pongo mis manos en mi cara, mi corazón late tan fuerte del susto.

—Umm, lo siento —dice Harry.

Dejo mis manos caer.

—Tienes que darle a la chica una advertencia o algo así cuando hagas eso.

Weekend » Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora