Mr. Popular and I

Capítulo 29 - Latidos del corazón.

Este es un libro que voy a traducir para ustedes, yo NO soy la autora. Todos los derechos a @thefreakoffreaks. Por si te lo preguntas... me dio permiso como la ÚNICA traductora de su obra el día 21/02/2014

_____________________

LEA'S POV.

Después de que River entrara a su habitación, me sentí un poco perdida.

No sé por qué, pero tal vez fue la expresión de su rostro, que hizo que me sintiera destrozada. En sus ojos pude ver algo de dolor o molestia, puede que ambas cosas, no estoy segura. Él me miro de una forma en que nuca quise ser mirada.

Desesperación es lo que siento. Sé que no puedo hacer nada para ayudarlo y eso me hace sentir más inútil de lo que ya soy. Sé que no hay algo que pueda hacer para averiguar lo que sea que este mal con él.

¿Él cuantas veces me ha ayudado? Una infinidad de veces, y tan inútil soy como para no poder hacer nada para devolverle el favor.

Todavía sigo en el balcón, a unos cuantos metros de River. Mis ojos sestan pegados a las puertas de cristal por las que el acaba de pasar, unas cortinas blancas impiden que mire más allá de su dormitorio. Calculo que han pasado unos 10 minutos, y yo aún estoy aquí, parada rígidamente mirando las puertas de cristal.

Muévete, Lea. Entra a la habitación, ve abajo, y has algo. No te quedes aquí como un bicho raro.

A regañadientes, muevo mis piernas y miro las puertas de entrada a mi habitación. Sin embargo, ese movimiento no estuvo tan bien como lo espere.

Al caminar, mis pies se enredaron y caí, golpeando mi nariz y frente contra las puertas de cristal, contra el frió y duro vidrio. Jadeo al sentir un ardor en mi rostro y gimo como un perro.

Aún sigo detrás de las puertas, es como si en vez de ser puertas de cristal, fueran dos grandes soldados cubriendo mi camino, dejo de pensar estupideces y me pongo de pie. Al hacerlo mi mano se dirige a mi rostro, con el fin de examinar si me he hecho más daño.

Dos moretones en tu rostro, hasta el momento. Así se hace, Lea.

Frunzo el ceño cuando el dolor se dispara por mi rostro, mierda, sí que duele.

-¿Ahora que mierda paso?- Una voz muy familiar para mi pregunta. Miro hacia mi izquierda, rezando porque no me hable a mí.

¿Crees que hay alguien más en el balcón, Lea?

-Yo...- Al instante, alejo mi mano de mi rostro herido, con la esperanza de que si es que hay una herida o moretón en mi frente o nariz, no sea muy llamativa. -Yo...- Echo un vistazo a las puertas del balcón y después miro a River. -Yo...-

-¿Tu qué?- Pregunta mirándome como si me hubiera crecido otra cabeza en mi cuello.