Mr. Popular and I

Capitulo 26 - ¿Como diablos puedo cambiar? (Parte 2)

Este es un libro que voy a traducir para ustedes, yo NO soy la autora. Todos los derechos a @thefreakoffreaks. Por si te lo preguntas... @thefreakoffreaks me dio permiso como la única traductora de su obra el día 21/02/2014

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Capítulo 26.

LEA'S POV

Son las 10:30 pm y no puedo dormir.

Definitivamente no debí de haber bebido tanto café.

Eres tan estúpida, literalmente, tu sabes lo que te pasa si tomas cafeína.

Levanto la mirada y veo el techo, me incomoda estar acostada boca arriba. Así que, me acomodo de lado y saco las piernas por debajo del edredón, permitiendo que el aire acaricie mis piernas. Después de unos minutos le doy vuelta a la almohada con el fin de descansar mi cabeza en lo frío.

Aun así, no puedo dormir.

- Por el amor de Dios.- Me quejo y me siento con la espalda recta, empujando el edredón lejos de mí.

Rápidamente, y debido a la energía que fluye a través de mi sangre por la cafeína, columpio mis piernas por un lado de la cama y me levanto. Camino con cautela hacia la puerta en la oscuridad, si sigo así probablemente tropezare con algo, así que me guío con una mano en la pared.

Por el rabillo de mi ojo, me doy cuenta de que la puerta del cuarto de River está abierta, pero está completamente vacía.

Recuerdo cuando Ky le dijo a Brenda que River tenía que hacer 'unas cosas' antes de empezar a jugar charadas, pero no oí cuales eras esas 'cosas'. Sin embargo, agradezco a Dios que él no haya jugado, por que pase mucha vergüenza. Vuelvo a mirar su habitación y camino hacia las escaleras, todavía a oscuras.

Bueno, caminar por las escaleras en la oscuridad es más difícil de lo que piensas.

Afortunadamente llegue a la cocina de forma segura, sin hacer demasiado ruido y sin despertar a nadie. Y puesto que mañana es lunes, los Parker necesitan un buen sueño, si los hubiera despertado me hubiera abofeteado yo misma.

Me acerco a uno de los gabinetes y tomo uno de los vasos. Con el vaso en mi mano, me giro y camino hacia el fregadero, abro el grifo y siento como el agua fría hace contacto con mi piel, lleno el vaso y le doy un trago.

- Creo que deberías de encender la luz.- Dice una voz detrás de mí, y el vaso cae de mi mano al fregadero, haciendo un ruido muy fuerte.

Suspiro con los ojos abiertos, muy abiertos y miro con horror la pared de la cocina, sin tener el valor de voltearme y hacerle frente a la persona que dijo aquello. Estoy temblando, tiemblo demasiado y observo la cocina en busca de alguna salida.

Si es un ladrón, puede que no tenga un arma con él. Pero si es que tiene una, puede ser algo pequeño, como un cuchillo o una navaja. Por lo tanto, necesito algo con lo que defenderme.

¿Dónde diablos hay un arma cuando la necesitas?

O, puedo gritar por ayuda. Pero no creo que grite lo suficientemente fuerte como para que se escuche por toda la casa; apuesto que por aquí hay algún tipo de alarma instalada en alguna de estas paredes.

Mierda, puede que esta noche sea secuestrada, violada o asesinada. Y todo aquello que nombre es desagradable.

- ¿Lea? Soy yo, no te preocupes.- La voz habla de nuevo.

¿Quién es 'yo' y como es que sabe mi nombre? Oh Dios. – Lea, date la vuelta.- Él exige, y hago lo que me pide, solo lo hago porque tengo miedo de lo que me pueda llegar a hacer.

Por el amor de Dios, me encontraba tan preocupada pensando que podría haber entrado un ladrón en la casa y que estaba a punto de morir, pero resulta que solo es el gilipollas de River.

Nunca antes me había astado tanto, y creo que mis piernas tiemblan tanto que hasta podría caerme del susto.

- River, maldita sea...- Pongo una mano en mi pecho e inhalo profundamente para disminuir la concentración de adrenalina que hay en mi sangre. Dios, River sí que sabe sorprenderme, me asusto tanto que hasta llegue a pensar que era un ladrón y no olvides que también dijo: 'Me gustas Lea'.

Y como si lo hubiera dicho nuevamente, me sonroje con solo pensarlo.

Justo cuando dijo eso, logro que todas las preocupaciones escolares y los problemas que han traído las termitas, desaparecieran. Fue como si todo eso hubiera pasado a la parte trasera de mi cabeza. Pero, ¿es normal que alguien sienta eso solo en tres días?

Cuando salí de la cocina y justo después de que él me dijera todo eso, tuve que pellizcarme por lo menos unas diez veces, solo para asegurarme de que no estaba alucinando. River Parker no solo me beso, él me contó lo de su hermana, me enseño su escondite secreto que es la cabaña y también admitió que yo le gustaba

Le gusto a River Parker.

- Entonces, ¿quién pensaste que era?- Él me pregunta, y aunque no lo puedo ver muy bien en la oscuridad, sé que está sonriendo.

Sé que él está sonriendo.

- Pensé que eras algún ladrón.- Le digo e inhalo y exhalo. Siento como mi cuerpo se calma de poco a poco.

Él se ríe en voz baja y escucho sus pasos, se está acercando. - ¿Qué estás haciendo? Son casi las once.- Él pregunta y gracias a que se acercó, puedo ver mejor su rostro.

- Yo puedo preguntar lo mismo.- Respondo, y por alguna razón , no puedo evitar sonreír un poco.

Es como si de un momento a otro toda la ira que sentí se hubiera desvanecido. ¿Por qué me hace sentir así? Es tan injusto.

- Yo... Yo fui a correr.- River habla, interrumpiendo mis pensamientos.

Levanto una ceja, no sé si él está siendo del todo sincero. - ¿A correr?- Repito sus palabras.

-Si, a correr.- Él sonríe. - Estaba estresado y tenía que despejar mi mente.-

- ¿Estresado por qué?- Le pregunto, la curiosidad surgió en mi de repente.

- Escuela, exámenes, lo de siempre.-

- ¿Por tu hermana?- Las palabras salen de mi boca antes de que pueda procesarlas, y al instante me disculpo. – Lo siento, no era mi intención d-

- Si, y Emily.- Él asiente, interrumpiendo mis disculpas, - Así que, de todos modos ¿qué es lo que estás haciendo aquí?-

Miro el fregadero que está detrás de mí, -Solo vine a tomar...- Dejo de hablar al ver que el vaso de cristal se ha roto.

- Mierda.- Digo, dándome la vuelta para ver de cerca.

- ¿Qué?- River pregunta y se acerca por detrás. Siento el calor de su cuerpo y lo miro en la oscuridad. Miro de nuevo el fregadero y por suerte, los pedazos de vidrio se reflejan con la luz de la luna. Estiro mi mano y trato de alcanzar algunos pedazos de vidrio.

- ¡No!- River grita en voz baja, teniendo en cuanta que sus padres y los míos siguen dormidos. - No voy a dejar que te lastimes de nuevo, hazte a un lado.- Doy un paso hacia el lado derecho para dejar que el limpie los pedazos de vidrio y no puedo evitar sonrojarme.

Él no quiere que me lastime.

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Hola:)))

DianaIssabel