17. Alcohol y malas decisiones

346 18 0
                                    

Me alejé de inmediato de la camilla, trastornada por la idea de que ese psicópata estuvo viéndome por meses a través de una cámara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me alejé de inmediato de la camilla, trastornada por la idea de que ese psicópata estuvo viéndome por meses a través de una cámara. Los jadeos adoloridos de Liam me sacaron de mis pensamientos.

Limpié mi mano en mi playera, la sangre desapareció de mi mano casi por completo, miré su pierna llena del líquido carmesí.

Quisiera estar realmente preocupada por ser descubierta aquí, pero mi cabeza no tenía espacio para una preocupación más.

—Intentaste ponerte de pie y la hemorragia regresó —dije en advertencia mirándolo.

—Se darán cuenta —jadeó.

—Entonces sé convincente —espeté cargada de molestia—. Si mi jodido nombre sale de tu boca será lo último que hagas.

Cerré mi chaqueta para cubrir la sangre de mi playera y me aproximé a él.

—En realidad te mataré de todas formas —confesé—. Pero puede que me lo piense dos veces antes de acabarte si haces bien tu trabajo esta noche.

El rencor y el miedo se reflejó en su mirada, estaba asustado, no había duda de ello, sin embargo, el dolor que había en su mirada no era ni la quinta parte de lo que quería provocarle.

Pero no era el momento. Tenía otras prioridades.

Salí de esa habitación, controlé mi respiración agitada y alcé la barbilla con la mirada fija en el frente. Cuando llegué a recepción Cameron estaba ahí esperándome.

No me detuve y seguí de largo hacia afuera, él me siguió hasta su auto. Subí del lado del acompañante para que él condujera.

—¿Estás bien? ¿Qué pasó ahí dentro?

—Nada. Solo él siendo un idiota como siempre —me limité a responder.

—No debí pedirte que me acompañaras —dijo antes de encender el auto—. Lo siento...

—No —lo corté—. Gracias, Cameron.

—¿Por qué siento que estás mintiéndome?

Sonreí. Él me conocía, siempre acertaba cuando algo me sucedía... y siempre estaba ahí para mí.

—Porque me conoces —respondí.

Hubo un minuto de silencio, pareció una eternidad, Cameron me echó una ojeada antes de volver a hablar.

—¿Es por Lexa? —inquirió— Yo también la extraño, Camille, pero han pasado ya cuatro años de su muerte.

No hubo respuesta de mi parte. Lexa estaba viva, pero no se sentía así. Jamás sería lo mismo que antes. No volvería a pasar una noche entera en fiestas al lado de Lexa, Alice y Cameron, tampoco volveríamos a tener nuestras reuniones espontáneas en sus casas, todo se rompió desde que Lexa murió.

Verdad (trilogía CM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora