Capítulo 19

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La historia de Erok

El sueño de Rodaric terminó, y a su vez pasó lo mismo con todos los que se habían conectado, pero aún seguían dormidos, puesto que había sido un sueño corto. Así que solo permanecieron dormidos hasta que comenzó a amanecer y sus cuerpos, en especial sus mentes habían descansado lo suficiente.

Poco a poco fueron despertando, y nuevamente se reunieron en la sala de juntas, los primeros en llegar fueron Sander y Leamsi, luego Rog y Sarat. Se sirvieron bebidas, algunas galletas y se sentaron para platicar.

—Increíble el sueño de Rodaric —dijo Leamsi.

—De eso no hables todavía, hasta que estemos todos —comentó Rog.

—Perdón, es que todo esto me emociona mucho.

—Recuerda que mi amigo es historiador —dijo Sander mientras tomaba su taza de wok y voltear a ver quién era la persona que entraba por la puerta.

Rog y Leamsi también se giraron y vieron a Asura entrar mucho más arreglada de lo habitual, Sander se quedó con la boca abierta, y es que Asura tenía una belleza muy especial, muy fina y delicada, como cuando aprecias una figura de porcelana hecha con muchos detalles.

—¿Rodaric no ha llegado? —preguntó ella mirando a todos lados.

—No —dijo Rog—. Pero toma asiento, no debe tardar.

—Bueno, van a tener que contarme todo el sueño de Rodaric, porque mi diadema falló y no pude verlo.

Sarat llegó y saludó a todos, cuando vio a Asura se quedó congelado por un leve momento y luego se sirvió algo para tomar y desayunar, una vez que hizo eso se sentó y les preguntó.

—¿Por qué tan callados?

—Bueno, todavía no estamos todos, no podemos comenzar a tratar el tema si no están todos, en especial Rodaric.

Después llegó Moliac y finalmente Aurtur, se sentaron después de servirse algo y esperaron a que Rodaric llegara, pero tras una larga espera todos comenzaron a inquietarse y Asura estaba más que preocupada.

—No ha llegado y ya es tarde, voy a ir a verlo —dijo levantándose del asiento con mucha energía.

—¡No! Yo iré, tu quédate tranquila —dojo Rog calmándola un poco.

Él se levantó y Aurtur se ofreció a acompañarlo, ambos caminaron hacia su cuarto por un largo pasillo y tocaron la puerta dos veces, al no recibir respuesta tocó más fuerte.

—Rodaric, ¿ya despertaste? —preguntó Rog, pero no obtuvo respuesta.

—Rodaric, si no hablas vamos a tener que abrir la puerta —dijo Aurtur mostrando una tarjeta, al parecer él tenía una llave maestra.

Tras unos momentos de silencio Aurtur decidió abrir la puerta y cuando por fin entraron vieron que Rodaric aún dormía, ambos se colocaron a un costado y se aseguraron de que si seguía con vida.

Rog se dispuso a sacudirlo un poco para despertarlo, pero Asura llegó y lo interrumpió.

—No recomendaría hacer eso con un vampiro, es una sugerencia de mi padre, ya pasé por algo así antes. Rodaric podría estar en estado de letargo y si es así no nos conviene despertarlo bruscamente.

—Estado de letargo dices... ¿hablas de que podría quedarse dormido por un largo tiempo? —preguntó Rog preocupado.

—Lo mejor será esperar a ver si despierta, vamos, debemos infórmale a todos lo que ha pasado.

Courband: La Noche EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora