Capítulo 24

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Dos días atrás

—Es una suerte que Rodaric quedara en estado de letargo —dijo Rog, sentándose en la mesa donde todos ya estaban esperando para hablar sobre lo que ha soñado Rodaric.

—Así es. ¿No han pensado que todo esto parece estar predestinado a suceder? —preguntó Asura, llamando la atención de todos.

—¿A qué te refieres? —respondió Sarat, con otra pregunta.

—Bueno, he pensado mucho en ello, desde el momento en que la pluma me fue entregada y se me explicó que se la entregara a Rodaric cuando él perdiera el conocimiento y se me indicó que creara un grupo secreto que prevaleciera a través del tiempo, hasta detalles como que ustedes estén aquí. —Explicó, acomodándose mejor en su asiento para continuar—. Si lo pensamos bien, es mucha la suerte de que Sander, quien ayudó a encontrar a Rodaric y a mí sin querer, nos acompañe; luego está Ermet, que sin su ayuda no lograríamos rescatar a Rodaric; Moliac, sin tu tecnología no podríamos ver los sueños y ahora que está en estado de letargo encontraste la forma para verlo en vivo con el programa que creaste. Cada uno de nosotros hemos aportado de algún modo, como piezas de un rompecabezas.

Todos se quedaron muy pensativos, pero afirmaban estar de acuerdo con la mirada. Rog se frotó la barba suavemente antes de hablar.

—Es que ya desde el momento en que te entregaron la pluma, todo parece desencadenarse.

Aurtur entró a la sala de juntas muy preocupado, tanto que se notó apenas cruzar la puerta.

—No sé si estén proyectando el sueño de Rodaric, pero tienen que ver lo que está pasando en las noticias. Pongan otra pantalla para verlas. —Dijo, ansioso, mientras se sentaba.

Moliac colocó una nueva pantalla holográfica con las noticias donde Alón estaba en vivo rodeado por la prensa en la plaza más emblemática de Linrra. Todos estaban esperando a que el emperador hablara. El comentarista del noticiero informaba de que no se sabía la razón por la que se había convocado a todos los medios de noticias, y no solo de Linrra, sino de muchas partes del mundo.

Asura se alzó de la silla y señaló muy confundida la pantalla, lo que llamó la atención de todos.

—¡No puede ser, el brazo de Alón!

—¿Qué tiene? —preguntó Rog.

—No debería tenerlo, eso es lo que ocurre. Se supone que si Rodaric se lo cortó, no habría forma de poder regenerarlo.

—Muy cierto, esto no es nada bueno. ¿Podría ser inmune?

—No es un brazo real, observen bien: tiene un guante. Nunca ha usado guantes, ¿por qué los usaría ahora? Seguro que es una prótesis; hay brazos robóticos que son muy buenos e incluso mejores que uno real.

Vaya, pues qué susto, por un momento creí que él era mucho más fuerte que los enemigos a los que nos hemos enfrentado.

—¿Has enfrentado a enemigos igual de fuertes? —preguntó Sarat, sorprendido.

—No puedo asegurarlo, pero creo que Erok era mucho más fuerte que Alón. Si me hubiera enfrentado a Erok en la montaña de hielo, seguramente estaría muerta. Alón es muy blando para pelear; incluso diría que no sabe hacerlo.

—No puedo ni siquiera imaginarme eso.

El emperador comenzó a hablar en la transmisión en directo, acomodó el micrófono y alzó una mano como gesto para que todos prestaran atención. Por lo tanto, todos guardaron silencio para escucharlo.

—Muy bien, daré comienzo a esta histórica conferencia para dar un reporte que será un principio y un final para todos los países. Ya he estado en contacto con todos los presidentes; los que siguen los movimientos que hago ya lo sabrán, pero nunca se dio a conocer para qué fueron las reuniones hasta el día de hoy. Me quedaron pendientes algunos países que por temas personales en estos últimos días no pude visitarlos, pero ya se les informó y están de acuerdo con este gran cambio —comentó con elocuencia y gran tono de voz para dirigirse a todos, mientras despertaba la curiosidad por saber de qué se trataría el anuncio.

Courband: La Noche EternaWhere stories live. Discover now