𝗪𝗲𝗮𝘀𝗹𝗲𝘆 𝗘𝘀 𝗡𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗥𝗲𝘆 𝗘𝗻 𝗛𝗼𝗴𝘄𝗮𝗿𝘁𝘀

Capítulo 9 Partida

　　"¡¡Fred!!! ¡¡¡George!!!"

　　

Hubo un fuerte "clic", y la puerta se abrió con una fuerza enorme. Molly era como un león enojado, con la boca abierta y su cabello rojo brillante revoloteaba continuamente debido a su alta velocidad.

　　

Molly se acercó paso a paso y las gallinas del patio huyeron presas del pánico.

　　

George retrocedió unos pasos inconscientemente por el miedo y dijo temblando: "F... Fred, nunca había visto a mi madre tan enojada, ¿qué deberíamos... qué deberíamos hacer?"

　　

Fred sintió un escalofrío en la cabeza, puso las manos detrás de las manos y escondió la varita detrás de la espalda, y dijo primero: "¡Mamá, hemos eliminado a todos los duendes!"

　　

"¿Limpiarlo?" Molly miró el patio devastado, hoyo tras hoyo, y gritó histéricamente: "Te pedí que limpiaras a los duendes, ¿qué estás haciendo? ¿Pelear? ¿Qué? Con los duendes. Inició una batalla del siglo. ?"

　　

"¡Bill, Charlie y Percy nunca harían tal cosa! ¡Pedirte que eliminaras a los duendes hizo más ruido que los duendes! ¿Qué se esconde detrás? Molly rugió de repente, "¡Sácalo!"

　　

Fred y George se sobresaltaron, sacudieron todo su cuerpo, sus manos cayeron detrás de sus espaldas y la varita marrón fue revelada frente a Molly.

　　

El rostro de Molly se estaba poniendo rojo con un cambio visible a simple vista, "¡Fred! ¡George! ¿Quién te dijo que usaras la varita para limpiar a los duendes?"

　　

"¡Tráelo aquí! ¡Tómalo aquí!", Molly arrebató las varitas de Fred y George con saña, "¡Chicos! ¡No vuelvan a tocar las varitas!"

　　

Molly estaba tan enojada que se puso las manos en las caderas. Después de respirar un poco, su expresión se normalizó y dijo: "¡No te devolveré las varitas hasta que vayas a Hogwarts!".

　　

Luego se dio la vuelta rápidamente, caminó hacia atrás con grandes zancadas, caminó unos pasos, luego se retiró, levantó el dedo índice y señaló a los dos hijos: "¡También! ¡Todos estos agujeros que están llenos! "Después de decir esto, Molly entró en el habitación con enojo, y cerró la puerta con fuerza con un "bang".

　

　George murmuró: "Oh ~ modelo Percy ~"

　　

Fred se encogió de hombros, recogió una piedra plana del macizo de flores, se agachó y tapó un agujero con cada piedra, "George, si no lo entierras, no podrás alcanzarme ~ Un agujero de rábano, dos agujeros de rábano, tres agujeros de rábano. Un hueso de rábano~"

　　

De vez en cuando, Fred podía encontrar algunas lombrices de tierra del hoyo, las sacaba y se las arrojaba a las gallinas que estaban mirando.

　

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