All the young dudes (sirius perspective) Año1-4

Cap 36

Segundo año: amor y matrimonio

Notas:

(Consulte el final del capítulo para ver las notas ).

Texto del capítulo
¿A qué estamos llegando?

No hay lugar para mí, no hay diversión para ti

Pienso en un mundo por venir

Donde los libros fueron encontrados por los dorados

Escrito con dolor, escrito con asombro

Por un hombre perplejo que cuestionó

Para qué trabajamos aquí

Todos los extraños vinieron hoy

Y parece que están aquí para quedarse

¡Oh! Ustedes, cosas bonitas (oh, cosas bonitas)

¿No sabes que estás conduciendo tu

Mamás y papás locos?

viernes 20 de abril de 1973

Sirius estaba en racha. Solo en la última semana, él y James cambiaron el color de todas las pancartas de Slytherin en el Gran Comedor (rosa brillante), encantaron las antorchas en el tercer piso para que comenzaran a estornudar cada vez que alguien pasara (caos absoluto durante el paso de los períodos) y trazó un nuevo pasaje secreto en el mapa (el interruptor estaba dentro de una armadura fuera de la sala común de Ravenclaw). James había amenazado con que iban a tener que abrocharse el cinturón seriamente y concentrarse en revisar a partir del próximo lunes, pero primero habían decidido completar la semana con una broma que involucraba un hechizo de retraso de tiempo y escupiendo tulipanes del invernadero.

Era un día inusualmente cálido y la mayoría de los estudiantes estaban afuera en los terrenos disfrutando del sol, dejando los pasillos relativamente despejados. Sirius corrió por los pasillos vacíos con un montón de flores, camino a una cita con James. Habían cronometrado todo con precisión y no podía llegar tarde.

Así que, por supuesto, dobló la siguiente esquina y se topó directamente con Severus Snape.

Patinó hasta detenerse justo antes de que chocaran, respirando con dificultad. Snape no estaba solo; para irritación de Sirius, Regulus caminaba justo a su lado. Era un pasaje lateral, lo suficientemente angosto para que los dos chicos parados uno al lado del otro ocuparan la mayor parte del espacio.

"Bueno, bueno", se burló Severus, mirando las flores en las manos de Sirius, "¿Qué tenemos aquí?"

-Fuera del camino, Snivellus -dijo Sirius bruscamente, ignorando a su hermano-. No podía arriesgarse a tratar de empujar a Snape-las flores eran delicadas, y un movimiento en falso podría hacerlas estallar.

"¿Qué estás haciendo?" Snape entrecerró los ojos, "¿Son para tu novio, Potter?"

Sirius se sonrojó, algo en la forma en que Snape dijo novio lo puso nervioso e incómodo. "En realidad, son para Evans," replicó, "Remus me dijo que son sus favoritos. Los dos han estado pasando bastante tiempo juntos últimamente, ¿crees que a ella le gusta...?

"Cerrar. Arriba." Snape siseó, con el rostro blanco de rabia. Sacó su varita, apuntándola amenazadoramente a la cara de Sirius, obviamente había tocado un nervio.

"Oh, vamos, Severus, déjalo ir", intercedió Regulus, sonando casi aburrido.

"¡Vete a la mierda, Reg, no necesito que me defiendas!" espetó Sirius, buscando a tientas su propia varita mientras trataba de hacer malabarismos con las flores.

Snape soltó una aguda carcajada. "¡Como si alguna vez fuera a defender a un traidor de sangre como tú!"

Sirius no pensó mucho en el insulto, lo había escuchado muchas veces antes, y estaba más concentrado en ponerse en una posición de duelo mientras protegía su preciosa carga, medio distraído tratando de calcular el tiempo restante antes de perder el cita con James. Pero Regulus se puso rígido.