Just Friends

Noche de chicos y Kate.

El sol traspasaba por la ventana, haciéndome despertar. Mientras que me encontraba recostada en la cama del cuarto de hotel. Mi mirada se fijaba en las pertenencias regadas por el suelo, no eran mía yo no utilizaba gorras o prendas de talla grande.

Rápidamente levante mi torso quedando sentada en cima de la cama. Miraba a todos lados hasta que se topó con el, tirado en el sofá con solo puesto unos pants, dejando a la vista su lindo abdomen descubierto.

Me apresuré en levantarme de la cama, el aire fresco de la habitación pasó por mis piernas. Estaba usando solo una playera de talla grande fuera de eso, nada más. Giré mi vista para buscar mi atuendo de la noche anterior, este se encontraba tirado a lado de la mesa de noche. Lo recogí poniéndolo en mi brazo, para luego dirigirme a la puerta. Mientras giraba la perilla una voz dormilona interrumpió mi movimiento.

— ¿Ya te vas?— preguntaba aún con los ojos cerrados.

— Eh si— respondí con una sonrisa nerviosa—. Gracias y perdón la molestia.

Salí de la habitación lo más rápido que pude, cerrando esta detrás de mi. El pasillo se encontraba solo y muy silencioso, algo que me tranquilizaba. No me gustaría toparme a algunos de los chicos y que me vieran con una playera enorme y debajo mi ropa interior.

Ya estando en mi cuarto me senté en mi cama aún desordenada, tratando de recordar lo de la noche anterior, solo recordaba aquel beso con el desconocido y el encuentro del baño con Tom. Pero después de eso que más sucedió. Ni idea. Me recosté en mi cama quedando de nuevo completamente dormida.

[....]

Un fuerte grito acompañado de empujones en mi brazo, hizo que despertara. Mientras rencontraba la vista, la silueta alta de Bill se hizo presente frente a mi.

— Hasta que despiertas Kate— la voz de Bill era muy silenciosa y ronca—. Te estamos esperando para ir a desayunar.

— Voy— susurré aún con la mirada perdida.

Me puse de pie con algo de ayuda de Bill. Este se encontraba mirando mi atuendo.

— ¿Traes puesto algo debajo?— preguntó señalando la enorme playera.

— Supongo— respondí restándole importancia—. Ni siquiera recuerdo haberme puesto esto.

Bill asentía con una expresión de curiosidad. Se acercó hacia mi maleta revisando dentro de esta para luego lanzarme unos shorts negros.

— Ponte eso. No dejaré que te vayas así.

Asentí mientras pasaba los shorts por mis piernas, al momento de levantar un poco la playera pude notar como Bill se giró dándome la espalda.

Cuando terminé pase a lado de Bill, señalándole la puerta para luego salir juntos.
Ambos estábamos callados en el ascensor por el fuerte dolor de cabeza.

Mientras que caminábamos hacia la mesa donde estaban los demás. Podía notar como Georg estaba con las manos en su cabeza mientras Gustav y Tom estaban comiendo.

Regrese mi mirada hacia Bill que estaba yendo a servirse algo para comer. Lo seguí tomando un plato para luego yo servirme unos sándwiches de jamón y queso. Ordene una limonada fresca y luego regrese a la mesa con los demás.

— Pero anoche— bromee sentándome en medio de Georg y Gustav.

— No diría lo mismo de ti Kate— respondió Gustav con sarcasmo.

— ¡Oye!— grité dando un pequeño golpe en su brazo.

Nuestro momento favorito del día era cuando nos molestábamos entre todos, y todo se ponía mejor cuando uno de estos terminaba golpeándose de broma. Supongo.