Just Friends

¿Que esta pasando?

— ¿Que demonios te pasa? Kate.

Solté el bate y rápidamente  me cubrí la boca por la impresión de ver a Tom tirado, adolorido por el golpe.

— P... perdóname—. Lo ayude a sentarse en las sillas del comedor.

Después de lograr sentarlo salí disparada hacía mi habitación en busca de una pomada para los dolores. Al menos calmaría el dolor. Al bajar de nuevo, lo vi sobándose la zona donde lo golpeé. Le puse en la mesa el pequeño frasco con pomada, esperando que lo tomara.

— ¿Es en serio?—. Me miro fastidiado.

Lo mire confundida mientras mis labios se arrugaban.

— Lo menos que podrías hacer, es ponerme esta mierda—. Tomo el frasco viendo la etiqueta de esta. 

Solté una gran risa esperando que este siguiera la broma pero fue lo contrario, suspiro y me miró estresado. Ahora me sentía con la obligación de sobarlo.

Suspire pesadamente y le arrebaté el frasco de las manos. Abrí este y tomé una pequeña porción en mis manos. Este pareció entender la situación y sin rodeos se sacó la camiseta de una, dejando al aire su torso. No pude evitar sentirme nerviosa en cuanto mi mano toco su espalda desnuda, le unté la pomada en donde esté señaló el golpe, puedo escuchar como este soltaba pequeñas risas. Me hacía sentir aún más nerviosa.

— Listo—. Lo empuje suavemente

Cerré el frasco y la coloqué nuevamente en la mesa. Mis ojos se detuvieron en un plató lleno de pancake's con miel escurriendo, mire a Tom quien aún se estaba sobando el golpe, este no tardo en mirarme y sonreír.

— ¿No se te antojan?—. Señaló el plato y soltó una risita juguetona. 

La boca se me hacía agua al ver lo que Tom había preparado. Asentí y me acerque hasta el plato.

— Que lastima. Son míos—. Jalo rápidamente el plato acercándolo a su lugar.

Lo mire fastidiada y solté una risa sarcástica, este se limitó a tomar un tenedor y dar un enorme bocado, se pasó la lengua por los labios retirando el resto de miel que se le había derramado.

— Era broma. Te los preparé para ti—. Sonrió y me acerco los pancake's.

Sonreí y tome el tenedor para ahora ser yo la que les diera un gran bocado, sin pensar en mis acciones hice prácticamente lo mismo que el, pase mis lengua por mis labios para quitar el resto de miel. No pude evitar sonreír por el gran sabor.

— Y... ¿por que razón estás a mi casa a las—. Mire de reojo reloj que está en la cocina y lo volví a mirar— nueve de la mañana?

Este se levantó y abrió el refri para sacar jugó de naranja, agarro dos vasos y uno lo puso delante de mi.

— Ayer... te quedaste dormida en el coche y como no te queríamos despertar decidimos que yo te vendría a dejar—. Hizo una pausa para tomar de su vaso— pero como ya era tarde tu mamá me invitó a quedarme.

Deje de masticar  y lo mire apenada. Tome un gran trago de jugo para volver a verlo.

— En donde dormiste?

—. Sonrió—. Contigo.

Lo mire fastidiada, era obvio que era mentira solo le gusta joder la paciencia de las personas. 

—. Se burló—. En tu sofá. Muy cómodo pero, preferiría que a la otra me invites a tu cama.

Le lancé un pedazo de pancake hacia la cara para qué se callara, haciendo que esté se burle por mi acción.