Aceptación 3

Capítulo 7

Dieter e Ilse decidieron que era mejor deshacerse de Melody, así Amanda no estaría con ella. Así que empezaron a buscar unos golpeadores a sueldo y encontraron unos. Les dieron una foto de ella que habían recortado en un diario donde salía junto a su padre y les dieron su dirección. Les dijeron que Melody iba los martes a volley sola a las 18 y que la golpearan hasta matarla.

Por otro lado, Bono volvió ese domingo a Dublín.

Lunes de nuevo. Melody estaba en el colegio, y luego de saludar a su novia, le dijo que tenía "un asunto que resolver". Amanda intentó convencerla de que se olvidara de eso, pero no le hizo caso y fue directo hacia donde estaban los que las habían acusado. Los tres estaban sentados en el piso y la vieron apenas se paró delante de ellos.

—¿Qué hacés acá, lesbiana? —preguntó Emilia. Melody la agarró del brazo bruscamente, la levantó, le dio una trompada y la soltó. Otros compañeros vieron la escena y se acercaron a ver.

—¡¿Qué te pasa, loca?! —le reclamó cubriendosé un poco la boca. Luego le devolvió el golpe. Melody le respondió con otro y también con un empujón.

—¡Mel, basta! ¡Vamos al aula! —le pidió Amanda.

—¡Hacele caso a tu novia y desaparecé de acá! —le gritó Erik.

—Venís porque le dijimos al papá de Amanda que son novias, ¿no? —supuso Emilia sonriendo cínicamente.

—¿Pero era necesario que inventaran lo del baño? —preguntó Amanda.

—¿Por qué no las dejan en paz? Van a hacer que los expulsen si siguen molestando —agregó un chico.

—Ustedes no se metan, nadie los llamó —les contestó Simon.

—Además fue ella la que me pegó primero —se quejó Emilia.

—Con bastante razón. Vos y tus amigos dijeron cosas que no son, acepten las consecuencias —dijo otra chica.

—Parece que tenemos gente de nuestro lado como siempre —le echó en cara Melody.

—A ver si con esto dejás de burlarte —la amenazó Erik yendo a darle una trompada, pero Amanda se puso en el medio y le atajó el golpe. Intentó pegarle, pero su compañero fue más rápido, se lo dio primero e hizo que Amanda cayera al piso. Estaban por patearla, pero Melody y otros se pusieron en el medio. Melody la ayudó a levantarse, mientras sus compañeros las defendían de los otros tres. Melody se metió en la pelea, y Amanda se metió a defenderla. Otros alumnos, como vieron que la cosa empeoraba, fueron a buscar al director. Volvieron con este y un par de profesoras. Pararon la pelea, y el director exigió explicaciones.

—¡Esta torta de mierda vino a joder y me pegó! —contestó Emilia.

—¿Querés que te pegue más fuerte? —la amenazó Melody. Se dirigió hacia ella, y una de las profesoras se puso en el medio.

—¡Bueno, bueno, basta las dos! —ordenó la docente poniendo una mano al frente de cada una.

—Ellos también se metieron —acusó Erik a Amanda y a los que las defendieron.

—¡Ay, ¿te podés callar?! —se desesperó Amanda.

—Nos acusan y los van a castigar a ustedes también —dijo un compañero encogiendosé de hombros.

—Por ahora van a la enfermería y después a clase —ordenó el director—. Y sí, otra vez se van a quedar después de clase. Ahora vayansé. —Las profesoras los llevaron a enfermería, y luego entraron a clase. Todos los involucrados en la pelea se quedaron castigados después del timbre de salida. Al terminar el castigo, sus padres y demás familiares fueron a buscarlos.

Ese martes, Melody, como de costumbre iba a volley y, en el camino, la interceptaron unos hombres. Ella quedó paralizada del susto unos segundos y luego intentó huir, pero uno le trabó el camino poniendoselé adelante.

***

Sonó el teléfono en casa de Saskia. Viktor atendió. Era del hospital. Escuchaba en silencio lo que la doctora le decía, aunque obviamente no estaba tranquilo. Anotó la dirección.

—Enseguida vamos para allá. —Colgó. Se tomó unos segundos para calmarse y darle la noticia a su mujer. Arthur estaba ahí mirando "Snoopy" en la tele con Sven. Los dos estaban sentados en el piso, y el mayor vio por la esquina del ojo que su papá postizo estaba nervioso.

—¿Quién era, papá?

—Después hablamos —se limitó a contestarle, y fue al patio a buscar a Saskia. Le contó todo, y ella se largó a llorar abrazando a su marido, quien la estaba consolando. Un rato después, entraron a la casa. Viktor se ofreció a llevarla al hospital y llevaron primero a Sven a casa de sus abuelos maternos, ya que esta les quedaba de paso.

—¡Quiero ir con ustedes, quiero ver a mi hermana! —pidió Sven, quien estaba con su abuelo a upa.

—Sos muy chiquito para estar ahí —le dijo su mamá secandosé las lágrimas.

—Les vamos a llamar cuando tengamos novedades. Sven, no llorés, tu hermana va a estar bien —lo consoló Viktor, y luego volvió al auto con Saskia.

Llegaron al hospital, donde les dijeron que su hija todavía estaba en el quirófano. No les quedó otra opción que quedarse a esperar. Saskia seguía llorando sobre el pecho de su marido, mientras este la abrazaba y la acariciaba.

—Debimos acompañarla. Esto nunca había pasado, nuestro barrio y alrededores son tranquilos —sollozaba.

—No nos echemos la culpa. Nadie sabía que esto iba a pasar. Los únicos culpables son los que la atacaron.

Mientras tanto, en volley, Amanda estaba preocupada porque su novia no llegaba. Aun así, intentaba concentrarse en el partido.

En el hospital, seguían esperando.

—¿Papá ya se habrá enterado? —recordó Arthur.

—Ay, es cierto, hay que avisarle.

—Yo lo llamo, vos apenas podés hablar —se ofreció Viktor, y fue hasta un público donde metió las monedas y marcó, pues se habían dejado el celular con el apuro. Primero llamó a su celular, que lo mandó al buzón de voz, luego a su casa en Dublín. Atendió uno de sus empleados, y este le dijo que estaba en el estudio de grabación—. Gracias —dijo y colgó. Volvió a marcar. Pidió hablar con Bono y le pasaron con él. Viktor le dio la mala noticia con la mejor calma posible. Bono quedó en shock al escucharlo; no podía creerlo. Le pidió la dirección y anotó, aunque con la mano temblorosa, en cuanto se la dictó. Luego de colgar, Bono se quedó ahí sollozando, se secó las lágrimas y se dio vuelta. Sus amigos lo vieron y se acercaron a preguntarle qué le pasaba.

—Melody fue atacada por unos tipos mientras iba a volley —pudo decir apenas. Sus compañeros de banda quedaron impactados.

—¡No puede ser! ¿Quién te avisó? ¿Ella está bien? —preguntó Edge preocupado.

—Me llamó Viktor. Le pregunté quién había sido, pero me dijo que no sabía bien todavía. Tengo que ir a Hamburgo ahora —finalizó, y se fue a hablar con los productores y resto del staff. Estos comprendieron la situación y, junto con la banda, le desearon suerte. Al salir, vio que el cielo estaba gris, pero eso no le importó. Entró al auto y le dijo al chofer que lo llevara al hangar privado. Una vez que llegaron ahí, Bono le dijo que se fuera a casa, y el chofer se fue. Se acercó al piloto, quien se sorprendió de verlo porque no lo esperaba, y le dijo todo.

—No creo que sea conveniente volar ahora, el cielo tiene nubes amenazantes y en la tele dijeron que hay alerta —trató de prevenirlo el piloto.

—Vamos a ir rápido, ¿no? Mi hija está en el hospital ahora y me necesita —intentó convencerlo tratando de calmarse. El piloto lo pensó unos segundos y luego suspiró.

—Está bien, vamos. —Los dos subieron al jet y volaron hacia Hamburgo. A todo esto, Bono seguía teniendo el celular apagado y no le dio tiempo de avisar a su papá y a sus tías, pues en lo único en que había estado pensando era en viajar para ver a su hija.