Fourth miró la distancia entre él y Gemini, estaban demasiado separados para su gusto, antes de enfocarse en la cara de Gemini. Era imposible de leer.
Gemini dijo secamente:
—Habla.
Fourth se mordió el labio.
La mirada de Gemini se dirigió a su boca por un momento antes de que Gemini lo mirara a los ojos.
—Estoy esperando.
—No sé qué decirte —admitió Fourth.
—La verdad sería una buena idea —dijo Gemini lacónicamente.
Si pudiera decirle la verdad a Gemini, lo habría hecho hace tiempo.
Interpretando correctamente la mirada miserable en el rostro de Fourth, Gemini resopló.
—Cierto —Se pasó la mano por el pelo y se dio la vuelta, con los hombros y la espalda tensos por la frustración.
—¿Es Fourth incluso tu nombre? —Dijo al fin. El corazón de Fourth dio un vuelco.
—Sí —A pesar de todo, él era Fourth. Incluso sus padres y mejor amigo lo llamaban así ahora.
—Fourth Calluvianen no existe —dijo Gemini rotundamente.
El estómago de Fourth cayó. Entonces Gemini supo que su pasaporte era falso.
—¿Te importa explicarlo? —Dijo Gemini. —Aparentemente, no existes —Cuando Fourth no dijo nada, Gemini se echó a reír—. ¿Fue todo lo que me dijiste una mentira?
—¡No! —Dijo Fourth, dando un paso adelante. Deseaba poder contarle todo a Gemini, pero él y Ford tendrían muchos problemas por su viaje no autorizado a un planeta pre-TTCI sin añadir más. Si rompieran más leyes, ni siquiera sus posiciones sociales los salvaría. El Ministerio no ocultaba nada: había Dalvars, una especie que podía detectar mentiras, trabajando para el Ministerio y sabrían si Fourth intentaba mentir al respecto.
—Tu pasaporte es falso, Fourth.
—Sí, pero... lo juro, ¡no soy un criminal o algo así! Simplemente no podía usar mi nombre real aquí.
Gemini no dijo nada, todavía de espaldas a él.
—Por favor, créeme —Fourth caminó hacia Gemini y le tocó el brazo de forma tentativa.
—No —Gemini mordió—. No puedo pensar cuando me tocas.
Suspirando, Fourth apoyó la mejilla contra la espalda de Gemini y murmuró:
—Si pudiera decirte la verdad, lo haría, pero no puedo. Es más grande que yo. Más grande que nosotros. Romperé múltiples leyes internacionales si lo hago.
Gemini se echó a reír.
—Pareces un agente secreto en una mala película de espías.
Fourth sonrió.
—Sería un horrible agente secreto.
Gemini dejó escapar un suspiro, sus músculos se relajaron un poco.
—Tienes que decir algo, Fou.
—Me fui porque mis padres enviaron por mí. No me dieron tiempo para despedirme. Traté de convencerlos de que me dejaran hablar contigo, pero fue inútil.
—¿Así que estuviste en casa todo este tiempo? —Dijo Gemini.
—Sí.
—Con tu novia —dijo Gemini sin ninguna inflexión. Fourth frunció el ceño.
