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Mark estaba más o menos satisfecho cuando abandonó la oficina de la reina. Se sorprendió gratamente de no haber tenido que influir en las mentes de sus padres para hacerlos más... abiertos acerca de la situación de Fourth. Parecía que no era el único en la familia con una debilidad por su miembro más joven. Concedido, la Reina no se había alegrado de escuchar las noticias, pero en general, todo fue más suave de lo que Mark había esperado. La preocupación de sus padres por Fourth había superado su consternación por la situación. Fourth iba a necesitar el apoyo incondicional de sus padres mientras Mark resolvía el problema del vínculo de Fourth con Love'shni'gul y el hecho de que legalmente Fourth no podía tener una relación con el humano.

Mark apretó los labios. Todavía no podía decir que estaba contento con el hecho de que Fourth literalmente necesitaba a su humano.

Inicialmente, había sido escéptico sobre la evaluación de Borg'gorn de la situación hasta que comprobó la mente de Fourth.

Lo que había visto era más que inquietante. La mente de Fourth siempre había sido cálida y brillante, llena de pensamientos felices, aunque ingenuos. Ahora era aburrido y sombrío, sin vida y sin ninguna emoción. El cerebro de Fourth estaba confundido y lento, su núcleo palpitaba con una necesidad tan cruda que casi hizo que Mark se enfermara. Fourth también tenía un dolor inmenso, pero su cerebro no parecía funcionar correctamente para que lo sintiera completamente. El vínculo en torno al núcleo telepático de Fourth no mejoró las cosas, se metió con la mente y el cuerpo que ya sufrían. Mark no podía imaginar vivir constantemente con ese tipo de dolor y necesidad insatisfecha. No creía que Fourth pudiera durar mucho sin volverse loco o que su cerebro finalmente se apagara.

Así que, independientemente de sus propios pensamientos sobre el asunto, tendría que conseguirle a Fourth lo que necesitaba: ese humano suyo.

Mark apretó los dientes y se dirigió hacia su oficina.

Estaba molesto por la situación. Aunque, tal vez molestia no era la palabra correcta. La rabia fría encajaba mejor. Quería matar a ese humano. Fourth todavía era un niño. El problema no era la edad de Fourth; Mark había estado en cientos de planetas y era muy consciente de que la mayoría de las razas consideraba que era bastante mayor. Fourth tenía veintitrés años, la edad suficiente para tomar sus propias decisiones. No, el problemano era la edad de Fourth, per se; fue la ingenuidad y la confianza de Fourth, habíavestado demasiado protegido toda su vida. Ni siquiera había asistido a unavescuela fuera del planeta, como la mayoríavde los príncipes de Calluvia. Sus padres siempre habían mimado demasiado a Fourth y él había crecido asquerosamente ingenuo y agradable.

Mark no había tenido la oportunidad de observar a Gemini Norawitpor mucho tiempo, pero estaba familiarizado con el tipo: guapo y confiado que jodía todas las cosas atractivas. Fourth se merecía algo mejor.

Pero no importaba ahora, ¿verdad?

Mark presionó su mano contra el escáner y la puerta de su oficina se abrió de golpe.

—Borg'gorn, la información que solicité —dijo, sentándose detrás de su escritorio.

Un holograma apareció frente a él. La AI respondió:

—Los datos no están completos, pero la investigación inicial indica que el veintitrés por ciento de los letrados cancilleres del Ministerio desearían que se suavizaran las leyes relacionadas con los viajes pre-TTCI. El cuarenta y seis por ciento no tiene sentimientos particularmente fuertes al respecto. El treinta y uno por ciento está firmemente de acuerdo con la ley.

Mark tarareaba pensativamente. El veintitrés por ciento fue mejor de lo esperado. Él podría trabajar con eso.

—¿Ha aceptado mi invitación la reina consorte del Sexto Gran Clan?

👑 1Where stories live. Discover now