Amanece nublado-[Sinopsis]

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Enzo

Amanece nublado.

En el horizonte, las débiles ráfagas de sol apenas lucen en el cielo.

Estamos a 11 de junio.

Normalmente, y como todos saben, junio es un mes caluroso, siendo además el mes que separa primavera de verano.

Estamos a diez días de la estación más cálida del año.

Me despierto a las 08:16.

No he dormido muy bien precisamente.

Anoche me acosté a las 02:00 de la madrugada y me costó asimilar el sueño.

Me contengo las ganas de bostezar.

Muchos dicen que bostezar es sano porque reduce la ansiedad y puedes concentrarte mejor en otras cosas.

Bah, eso de la Biología no va conmigo.

Dicho y hecho.

Me levanto y me dirijo a la cocina en busca de una taza y la máquina para hacer café.

Saco la caja de café molido, pero me percato de que está completamente vacía.

AJJ

Yo no soy mucho de tomar bebidas o refrescos que no sea agua.

A mí me parece que todo esto de los refrescos y los batidos es un completo engaño para el cuerpo.

Dices tener sed y te tomas una lata de Fanta o de Coca-Cola y lo único que hace es producirte más sed.

Por eso yo prefiero lo básico: agua.

Pero en días como este, en los cuales duermo muy mal o necesito energía para ir a trabajar, me gusta deleitarme un poco con una taza de café.

Cambio de sentido y voy hacia la máquina para moler café.

Me pongo manos a la obra y, al contrario que muchas veces, me preparo solo para una tacita.

No estoy de muy buen humor, y menos aún de mucha gana hoy.

Levanto la cuchara y vierto un poco de cafeína en polvo en la máquina de hacer café.

Hace el típico ruidito alto pero a la vez relajante.

Aunque ese día nada me parecía relajante.

El aparato termina de pronto y escupe el líquido ya caliente en el vaso de porcelana.

A mi los cafés me gustan cortados. Eso de tomar café con leche no lo entiendo.

O bebes café o bebes leche. Una de dos.

Me tomo la bebida rápidamente y miro la hora.

08:31

Aún me quedan veintinueve minutos para salir de casa.

Me pongo las chanclas y salgo a la terraza a ver cómo amanece hoy.

Miro al firmamento y me doy cuenta de que a lo lejos unos nubarrones negros se van acercando cada vez más.

Hace mal tiempo.

A mí personalmente los días fríos, oscuros y lluviosos no me gustan en absoluto.

No entiendo a los que dicen que les encanta la lluvia y más aún las nubes.

A mí desde siempre me han gustado los días calurosos, con el sol bien alto.

Te da otra sensación, incluso un día malo te lo puede convertir en uno bueno.

Me siento en un banco de madera que recién me he comprado y miro el horizonte.

No hay nada como hacer esto cada mañana, aunque hoy haga mal tiempo.

Me pongo cómodo y pienso en todo lo que había pasado esta semana.

Miles y millones de preguntas vienen a mi mente, como coches de carreras chocándose en mi cerebro.

¿De verdad el jefe va a cumplir con lo de aumentarme el salario?

¿Y qué pasa si hoy me dice que ya no me necesita en la empresa?

¿Seguro que el proyecto que me mandó hacer está bien?

Y la más importante...

Si me echa de la empresa, ¿volveré a ver a Cris?

Suspiro, miro la hora y lo primero que pienso es...

Amanece nublado.

Amanece nublado

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