Empresario y Ella {EN CURSO}

Esas flores...

Enzo

-Dos de estas, cuatro de esas y tres de aquellas, por favor.

-Marchando.

Viernes 11:30 de la mañana.

En menos de una hora debo estar en el trabajo.

Llego de sobra.

-Ponlas bien bonitas, por favor -le digo al señor.

-No te preocupes, soy experto en esto.

Mi corazón está a tope.

Ya incluso estoy hablando cosas sin sentido.

-Hace buen día hoy la verdad -le digo inconscientemente.

El hombre de detrás del mostrador me mira extrañado y dice:

-Pero si hace un calor horrible.

Me limpio las gotas que bajaban por mi frente.

Mi corazón debe de latir más que el de un obstetra principiante a punto de realizar un parto.

Mi camisa ya estará como recién sacada de la lavadora.

Hace un calor inmenso.

Y aún estamos en septiembre.

Mi corbata ya parecía un churro hirviendo y la americana una plancha caliente.

Le pagué al vendedor lo que le correspondía, cogí lo que me debía y me fui al coche.

Menos mal que tenía aire acondicionado.

Lo más probable ahora mismo sería enfermar porque estoy empapado del calor y a la vez de los nervios.

Al llegar al trabajo pensé que el corazón me saldría por la garganta.

Subí a la planta 4 y me dirigí a la Sala Mayor Nr 6.

Aún no había llegado nadie.

Miré mi nuevo reloj.

12:10.

Había llegado demasiado temprano.

Fiché, entré y se me ocurrió una idea.

Se lo voy a dejar en su mesa y que sea lo que Dios quiera.

Me dolía ya la tripa de los nervios.

Camino hacia mi pupitre y me siento.

Enciendo el ordenador temblando y preparo todo para hoy.

Tal vez muchos dirán que estoy exagerando, pero esto no es fácil, por lo menos para mí.

Siempre me ha costado afrontar estas cosas.

Así soy yo, hasta que pillo confianza y todo se me olvida.

Dios dame fuerzas.

Vuelvo a mirar el reloj.

12:13.

Qué lento se me pasa el tiempo.

Decido ponerme de pie e ir al baño. Ya no aguanto más.

Sabía que hasta las 15:00 cuando iba a venir Cristina se me pasarían los nervios, pero aun así mi aparato nervioso estaba disparado.

Salgo de la sala y voy al baño.

Esta mañana no he ido al servicio, es increíble.

12:16.

Ya casi se acerca la hora.

El corazón vuelve a ponerse a tope.

Ya está, se me ocurre una idea.