Empresario y Ella {EN CURSO}

Asiento 46

Enzo

Es 2 de julio.

Ya he terminado las clases hace unos días.

Un poco tarde, pero al menos ya tengo Bachillerato finiquitado.

Ahora mismo estoy en el aeropuerto de Chicago.

Ya vuelvo a casita.

Llevo apenas 4 meses, pero echo de menos a mi familia.

Mi empresa me espera de nuevo y no puedo demorarme mucho.

Mi vida es muy ajetreada.

Al fin y al cabo, ya soy mayor de edad y tengo que comportarme ya como un chaval adulto.

En una hora y cuarto sale el avión desde Chicago a Barcelona.

No había pillado un vuelo más barato, así que he hecho lo que he podido para pagar lo menos posible.

En cuestión de unas 7 horas ya estaré por España.

Admito que me ha dado pena separarme de estas tierras tan soñadas por todo el mundo.

Pero ahora debo seguir con mi camino, y si en el futuro Dios quiere, volveré con seguridad.

Claro que volveré.

El aeropuerto de Chicago es enorme, y ahora mismo está lleno de gente por todas partes con sus maletas.

Unos corriendo para no perder vuelos, otros caminando tranquilamente.

En ese momento me viene un pensamiento a la cabeza.

El jefe me ha dicho que a partir de septiembre contratará gente nueva en la empresa y hará una especie de limpieza entre todos los trabajadores.

Todos los años hace eso.

El último año conseguí perdurar en la empresa.

Pero al jefe le gusta siempre asegurarse de que hayan empleados nuevos con ganas de trabajar.

Yo las tuve desde el principio, y él eso lo ha valorado mucho.

Volviendo al tema principal, me da un poco de miedo, porque que yo sepa solo tres personas han durado tanto como yo en esta empresa.

Y dos años ya me parece mucho. Teniendo en cuenta que es una empresa tan grande, es normal que estén buscando nuevos trabajadores constantemente para asegurar el bien de la firma.

¿Y si ya no le gusta cómo trabajo y decide echarme?

Bueno, no queda otra que rezar y abstenerse a las posibilidades.

Ahora mismo estoy tan cansado por el camino que me espera que no me da ni para pensar en cuánto es uno más uno.

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TRAVELERS DIRECTED FROM "CHICAGO" TO "BARCELONA", GET READY IN ROOM 3 TO ENTER THE CORRESPONDING PLANE -avisan desde el megáfono.

Cogí la mochilita de mano y me dirigí a la Sala 3 preparado para efectuar el vuelo.

A mi lado había una señora mayor de unos 80 años.

Llevaba un bolso pequeño.

Sinceramente no sé ni yo cómo me di cuenta de que tenía como 80 años si pintaba de 30 o menos.

Estaba encorvada y llevaba gafas, pero su rostro se veía rejuvenecido.

Desde el principio sentí algo raro, pero no le di importancia hasta que entramos al avión.