¿Empresario y doctora?

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Cris

RIIINNNG RIIIIINNNGGGG

Suena el despertador a todo volumen.

Otro día más.

Miro el móvil. ¡Anda, si es sábado!

No me acordaba.

El reloj marca las 08:23 de la mañana.

Me levanto perezosamente de la cama y me dirijo a la cocina, dispuesta a desayunar.

Hasta que caigo en la cuenta de que en un par de horas más o menos había quedado con un chico a tomar algo en Badalona.

Me da miedo pronunciar ese nombre.

Ayer cuando me lo dijo, me dieron literalmente ganas de llorar.

¿Por qué no se podía llamar Eric, Eduardo o Edwin, mismamente?

Pero justo Enzo...

El nombre Enzo tampoco es que sea muy popular en el mundo.

Encontrarte con un chaval de 18 años y preguntarle cómo se llama y que te responda: "Enzo", no es muy típico que se diga.

Hay que intentar parecer lo más normal posible ante él y no dar demasiadas pistas sobre el trauma que tengo con ese nombre.

Lo primero que hago es irme al baño.

Me echo una ducha fresca mientras tarareo canciones que me vienen a la mente.

Me relaja mucho hacer eso mientras me ducho.

A continuación me seco bien y me pongo un poco de crema en la cara.

No quiero tampoco resultar descuidada ante él, pero tampoco quiero ni me gusta aparecer delante de... Enzo, con tres capas de maquillaje o una vía de tren de rímel en mis pestañas.

No me gustan nada esas cosas. A mí me gusta cuidarme, pero a lo natural, sin filtros artificiales para parecer guapa.

Me cepillo los dientes enérgicamente y me enjuago la boca con el colutorio que días atrás me había comprado.

Seguidamente me dispongo a vestirme.

Si quería llegar puntual, debía ponerme las pilas.

Me pongo mi outfit de salir por ahí que más me gusta y me preparo.

Vestido azul celeste largo con unas Converse altas y el pelo suelto.

Me intento arreglar un poco y me rocío de mi perfume preferido: Chloé.

Mismo nombre que mi mejor amiga.

Que coincidencias tenía últimamente con los nombres...

Bajo corriendo las escaleras y grito:

-¡Mamá, me voy!

Pero mi madre estaba durmiendo. Será mejor que no la molestara.

Cojo las llaves, el bolso, el móvil y un billete de diez euros de mi monedero y salgo por la puerta en dirección a la parada del bus.

Pero mientras caminaba hacia la puerta de salida, me entró un mensaje de él.

Pero mientras caminaba hacia la puerta de salida, me entró un mensaje de él

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Empresario y Ella {EN CURSO}Where stories live. Discover now