Capítulo 42: Amores fallidos

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En fin, ya habían pasado unos cuantos días. Me había hecho cada vez más cercano a Luna, regalándole dibujos y otros detalles, como poemas ideados por mi lado dramaturgo. Siempre que los recibía me decía lo especial que era para ella y cuánto me quería, lo cual al cabo de un tiempo acabó ablandandome y haciendo que le tomara un cariño único que luego se convirtió en algo más profundo.

—Así es, me enamoré de ti, Luna —Afirmé para mí mismo— . No, no suena bien. Necesita más sentimiento...

Me levanté de mi asiento y me puse de pie frente a la ventana extendiendo una mano hacia esta.

—Luna, estoy enamorado de ti. Casemonos —Me sentí aún más tonto que antes— . No, eso tampoco, es muy estúpido. A ver...

Caminé hasta mi espejo de cuerpo completo y me arrodillé frente a él.

—Me vuelves loco, baby. Seamos felices juntos —Mientras más lo repetía en mi mente más ridículo se oía— . Qué desgracia... Soy terrible para estas cosas.

—¿Qué ocurre, Darkness? —Mi lado dramaturgo apareció detrás de mí posando frente al espejo.

—Dramaturgo... —Me incorporé y volteé para quedar frente a él— Esto... ¿Recuerdas a Luna?

—¿También te vas a declarar con ella? —Preguntó sarcástico.

—¿Algún problema con eso?

—Darkness... ¿Cuántas veces has hecho esto?

—Dos veces —Respondí cruzándome de brazos.

—De hecho han sido tres.

—¡Oye, esa ocasión cuando tenía 8 años no cuenta! —Era frustrante que me recordaran ese trauma infantil.

—Bien, como digas. El punto es que ya tienes experiencia en esto. Sabes bien lo que pasará si te adelantas a los hechos, ¿No? —Se cruzó de brazos también.

—Vamos, ¿Qué es lo peor que podría pasar? —Relajé los hombros mostrando mi desinterés en el asunto.

—Bien... —Cerró los ojos un segundo, se colocó de pie con la vista hacia la ventana con un pie apoyado en un banco frente a ella— Efímero es el momento, fugaz el deseo. En cuanto lo vemos, sentimos anhelo, una vez obtenido lo damos por muerto. Así es el alma desorientada, el sentimiento descontrolado, la máscara del corazón está en evidencia ante su capricho. Los mejores instantes son aquellos veloces, pero los gratificantes... Duran para siempre en los corazones. Igual el dolor que es incalculable, causa daño y dolor irreparable. No remes contra corriente, dijo el sabio. No apresures un amor, dijo el desdichado. Oigan mi consejo, oigan mi legado. Quizá mi experiencia en el amor les sirva de algo.

—Ah... ¿En qué idioma hablaste? —Pregunté confundido.

—Es el idioma del amor. Jamás lo comprenderías.

—Claro...

—Darkness —Giró hacia mí— , el punto es: No te adelantes. Te puedes causar mucho dolor, lo que sientes ahora es un capricho y tarde o temprano pasará y te enamorarás de alguien más. Ya te pasó antes, primero te gustaba Kuro y en segundos te morías por Guaripete, y ahora por Luna. Si sigues así llegarás a un punto en el que ni siquiera sabrás lo que es el amor de verdad.

—¿Y tú sí lo sabes?

—Darkness... Nadie sabe lo que es el amor verdadero... Hasta que lo encuentra.

—Pues yo ya lo encontré —Tomé mi bolso y caminé hasta la puerta.

—Darkness... —Me tomó del brazo— Esto es un error imprudente, te puedes arrepentir.

Una estrella en la penumbra ( En Corrección )Where stories live. Discover now