Conociéndote //El Origen De Los guardianes// -- One-Shots -- (Jack Frost)

Recuerdos

A ver, antes de que lean, tengo que advertirles que este puede ser un capitulo un tanto fuerte para algunas personas, por favor lean las advertencias.

⚠️Advertencia: Este capítulo tendrá referencias a: asesinatos, abuso infantil, torturas, gore, y menciones ligeras de ped0f*lia y vi0lac*0n.

Cargo de responsabilidad: ¯\_(ツ)_/¯

Resumen del capítulo: La sangre se nota que es vieja en este cuarto, tan vieja que se ha vuelto negra, y el olor es a cobre y podredumbre, pero aun así con toda esa vista aterradora, Jack no tiene miedo.

Datos extra: Este capitulo es un AU o UA, ósea un "Universo Alterno", los guardianes son humanos, no espíritus, no tienen poderes, no son inmortales, etc.

Ellos tienen trabajos "normales", específicamente como mercenarios, pronto entenderán ;v

¡¿QUERIAN CAPITULO FUERTE?! Pues aquí lo tienen!! >:v

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Jack solo tenia 4 años cuando ese hombre de negro se lo lleva.

La verdad, no recuerda mucho, ya que han pasado años desde ese momento, pero recuerda una cara larga y pálida que le sonríe con dientes puntiagudos y le dice que el era suyo ahora. Recuerda la convicción de su propia imaginación infantil: que si los monstruos pudieran hablar, tendría una cara como esta.

El hombre lleva a Jack a una habitación y en la habitación no hay nada mas que una cama y una pequeña ventana.

No hay juguetes, televisión, etc. El suelo y las paredes están desnudas. La puerta siempre está cerrada, pero hay una pequeña abertura como si fuera una ventanilla, donde una vez al día pasa la comida por ahí.

Nunca es mucho, y al principio Jack pide más. Al principio, tiene la esperanza de que si promete ser bueno, se lo concedan, que incluso lo deje en libertad.

Pero a medida que pasan los años, Jack se da cuenta de que sus súplicas nunca son escuchadas, por lo que aprende a aceptar que esto es todo lo que le darán: aprende a lamer el plato para limpiarlo con cuidado antes de volver a colocarlo a través de la solapa de la puerta. El hombre monstruo no le habla.

Nunca lo hace.

Una vez que el había cumplido 6 años, el hombre monstruo le había traído unos crayones, no recuerda haberse sentido tan feliz como en ese momento.

No hay nada que hacer en la habitación mas que dibujar, colorear las paredes con diferentes patrones, y en invierno, cuando la escarcha llega a su pequeña ventana con sus hermosos trepadores de hielo, Jack dibuja en ellas. Habla solo, una charla sin tema, porque era un niño triste, y la soledad y el silencio es lo que más duele.

Esto se convierte en todo lo que conoce: su propia voz, las paredes en coloreadas y, a veces, cuando tiene suerte, la escarcha de las ventanas.

Ya no esperaba algo diferente en su vida después de 10 años de estar encerrado ahí, pero un día, su vida de solo cuatro paredes cambio.

Las expectativas murieron hace mucho tiempo, por lo que cuando un corpulento hombre barbudo vestido de rojo golpea la puerta para pararse imponente sobre él, junto a el estaban otras tres personas, una mujer vestida con exóticos colores dorados y verdes, un hombre con músculos que parecía tener en su mano algo en forma de L y otro hombre un tanto pequeño. Jack los miro boquiabierto.