Capítulo 10

77 4 1
                                    

EL TERRITORIO DE UN LEÓN


El dormitorio de Scarabia se encontraba en un caluroso desierto. Por lo que Natasha casi se había olvidado de la existencia de la lluvia. Grande fue su sorpresa al llegar a Savanaclaw justo en pleno aguacero. Tuvo que correr rápidamente al interior de los dormitorios para refugiarse del agua.

—Manda verga la lluvia cheta de mierda... Chinga su madre... Puto frío...—Murmuraba por lo bajo mientras trataba de sacudirse el agua fría de encima y deshacía su usual trenza para que su cabello se secara mejor.

Inspiró hondo tratando de llenarse de valor y observó su alrededor. Normalmente había varios chicos holgazaneando por la cascada natural del vestíbulo. Pero ese día sombrío estaba completamente vacío. Frunció el ceño extrañada por ello, aunque no le dio muchas vueltas al asunto.

Se adentró en el dormitorio buscando la habitación de Leona en específico. Solo había estado una vez allí: aquella ocasión en la que celebró que había aprobado todos sus exámenes de recuperación. Apenas y recordaba que estaba al fondo en el último piso. Había estado tan abrumada por sus emociones que realmente no le había prestado la debida atención.

Ahora que estaba finalmente delante de la puerta con dibujos de tribus africanas, se preguntaba... ¿Por qué demonios estaba ella allí? ¿Era realmente necesario? ¿Por qué no simplemente esperaba que Ruggie lo consiguiera en su lugar? En realidad sí sabía las respuestas, pero los nervios le hacía a su mente llenarse de ese tipo de preguntas.

.
.

Había ido al dormitorio de las bestias porque, según Rook, su pañuelo estaba en posesión de Leona.
.
.

Sí. Era MUY necesario para ella entrar a la habitación de Leona para pedirle devuelta el pañuelo.

.
.

Y no esperaba por Ruggie porque estaba ansiosa por tener el pañuelo en sus manos. No podía esperar más.
.
.

Después de un rato de debate mental finalmente decidió llamar a la puerta. Esperó pacientemente por alguna respuesta, pero pasaban los minutos y solo era acompañada por el sonido de la lluvia. Volvió a tocar la madera con un poco más de fuerza mientras se abrazaba a sí misma en un intento de conservar su calor corporal.

¿Estará en el quinto sueño?—Se preguntó al aún no tener respuesta—No me extrañaría... Este clima por lo general me da ganas de estar en mi cálida cama todo el día. No me sorprendería que el rey de la flojera africana también le gustara dormir en este clima. Entonces... ¿Debería entrar o regreso en otro momento?

Miró cómo caía la lluvia en los espacios al aire libre del dormitorio. Después de regreso a la puerta. Igual y si quería regresar iba a terminar como pollo mojado y probablemente con alguna gripe.

Mejor prevenir que lamentar...

Y sin más dilación abrió la puerta. La habitación estaba completamente a oscuras a excepción de la tenue luz exterior. El suelo era un desastre de ropa, libretas, mochilas y piezas de juegos de mesa. En el medio, cercana al enorme balcón, había una amplia cama bajo un tapiz de patrones geométricos y coloridos.

Entrecerró los ojos, confundida al notar que la habitación se veía vacía a excepción del reguero en el piso y la maraña de mantas sobre la cama. No había ningún rastro de Leona. Estaba segura de que él no estaba en el invernadero porque ya lo había buscado allí. Entonces...

¿Dónde está?—Pensó mientras se adentraba inconscientemente en la habitación y se detenía cerca de la cama.

Ese fue su error.

SCARS TO YOUR BEAUTIFUL (Leona Kingscholar)Onde histórias criam vida. Descubra agora