También Tengo Sentimientos [NightKiller]

22

El silencio reinaría entre ambos de no ser por los fuertes quejidos que se oían. Killer yacía retorciéndose en el suelo mientras Nightmare solo se dedicaba a mirarlo, soltando su ira en su alma hasta que supo que debía parar al ver un hilo de sangre salir por sus dientes. No quería quedarse solo pero tampoco retener esa ira que sentía hacia el contrario.

Por fin sus huesos pudieron librarse del dolor y dejarse caer, seguía tosiendo para botar el resto de la sangre hacia el piso al estar tirado de costado. Recuperaba el aire de a poco con grandes bocanadas. Sabía que Nightmare aún mantenía su mirada en él, pero no le importaba.

—No puedo creer esto. —dijo finalmente el príncipe.

Se quedaron en silencio está vez antes de que él volviera a tomar la palabra. En ese lapso Killer sentía que estaba atrapado en un infierno con el ser que antes amaba con una intensidad fuera de este mundo, ahora no es que no lo hiciera, solo que ya no era como antes.

La espera por el siguiente castigo le torturaba mentalmente, creyendo que Nightmare se tomaba su tiempo para pensar en cómo dañarlo. En verdad el ser oscuro solo trataba de asimilar todo lo que estaba pasándole, buscando el causante de todo ello tratando de no fijarse solo en las consecuencias y llegando a una conclusión a la cual por orgullo le costó asimilar.

—Te subestimé. —esas palabras se llevaron la atención de Killer, sin embargo se mantenía en su posición. —No creí que pudieras pensar por ti mismo bajo mi control... Incluso usaste el odio que te di a tu favor... —le dio la espalda para alejarse de él con pasos lentos, lo suficiente para que aún pueda escucharlo sin gritar. —Me controlaste. Me usaste, y te aprovechaste de ser quien trajo a Crescent al mundo... Porque por ello te respeto. —confesó sin pena alguna, pero todavía no se atrevía a dirigirle la mirada al menor.

—¿Q-qué? —se apoyó de sus brazos para poder estar de rodillas, mirando al ser oscuro sin poder creer que esas palabras salieran de su boca.

El silencio se apoderó de la sala por completo. Nightmare solo optó por sentarse en su trono pasando al lado de Killer que no desviaba su mirada de él.

—Ponte de pie. No sirve de nada que estés tirado cual estropajo. —escupió con dureza mientras tomaba asiento y cruzaba sus brazos, ahora su pupila se conectaba con las del otro.

Killer obedeció al momento, temeroso de lo que podría hacer el mayor si no hacía caso. Era como volver al inicio de todo ese alboroto, siendo él un lacayo fiel a su amo. Aún seguía débil por lo que sus pies no pudieron sostenerlo por mucho tiempo, cayendo y siendo atrapado por un par de los tentáculos del príncipe.

No evitó sorprenderse por ese reflejo del mayor, aun así no se quejaría, solo que no se esperaba sentir esa clase de tacto.

—Será mejor que descanses. —se puso de pie aún con Killer entre sus extremidades de oscuridad para dirigirse al pasillo, rumbo al primer dormitorio con el que se cruzara.