También Tengo Sentimientos [NightKiller]

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Que no habrá pasado los días posteriores al suceso que hizo que los personajes principales de Altertale se enteraron del embarazo del visitante y ahora huésped de su universo, todo fue un cambio repentino que ni Killer se esperaba. Alter estaba casi pegado a él, preguntando siempre por su salud y cocinando distintas comidas deliciosas y nutritivas para ambas almas; Asgore y Toriel iban a visitarlo a diario, sobre todo por la curiosidad de menor por saber cómo era la gestación de los esqueletos; y claro, Frisk también estaba presente siempre ayudando a Alter a cuidar a Killer para de paso vigilarlo, lo había perdonado, pero eso no quería decir que no siga siendo un posible peligro para sus seres queridos.

El esqueleto de lágrimas sentía, cuando todos se reunían para almorzar, una calidez en su alma, habían veces que cuando se dejaba llevar, algunas lágrimas saladas se mezclaban con las echas de odio, felizmente nadie lo notaba, y, a parte de que esas lágrimas fueran compuestas de sal, también tenían felicidad en sí.

Nightmare había hecho una buena elección al mandarlo aquí, eso era un consuelo ante la duda sobre si le importaba al príncipe o no, dándole una respuesta positiva.

Aunque por las noches su alma se lamentaba por las pérdidas que sufrió en todo ese tiempo, tales como a sus amigos y al amor de su jefe, encima el niño intensificaba esos lamentos por lo que varias veces Alter terminaba en la habitación, dándole consuelo en silencio y sin pedirle más detalles ya que sabía que no le gustaba hablar de eso. Le encantaba que respetaran su privacidad.

El príncipe y su ahora pareja estaban desayunando en el comedor, la mesa era mediana por lo que no estaba tan lejos ya que estaban sentados a los extremos. Nightmare veía de reojo al contrario el cual estaba con la mirada perdida en su plato de comida, sabía que se sentiría así y no le gustaba que él alimentara su oscura alma, que se recordaba a cada momento que esto era necesario para que en el futuro estén juntos de por vida, de todas formas no se esperaba a que esa negatividad proviniente de Cross durara ya casi tres meses.

—Nightmare... —había apartado la vista de su plato y alzó la mirada conectándola de inmediato con la del príncipe.

—¿Qué sucede? —dejó su cubierto al lado del plato y presto total atención al monocromático.

—... ¿Podemos salir de este universo? Estoy algo cansado de recorrer los mismos lugares. —cruzó sus brazos encima de la mesa.

—... Tus deseos son órdenes, podemos almorzar en Outertale, Error siempre presumía de lo hermoso que era ese universo. —estaría feliz si el contrario también lo estuviera.

—Bien, muchas gracias. —bajó la mirada y empezó a comer algo rápido.

Nightmare siguió mirando a Cross, aún con una aura resignada, le parecía estúpido todo esto cuando no obtenía resultados previos, pero como siempre se decía, era completamente necesario ser paciente.

—¡¿Te gustó la comida?! —todos estaban asombrados ante la actitud de Killer, el cual comía con mucho ánimo y nostalgia ese plato de spaghetti con lentejuelas comestibles.

—¡Por Papyrus, gran rey de todos los mounstros! ¡A parte de Frisk nunca había conocido a alguien tan apasionado por mi gastronomía! —dijo Asgore, inflando el pecho con orgullo.

—Vaya, creo que al final no doy tan malas lecciones de cocina. —rió Mettaton al final, con una de sus manos en su cintura y la otra en su pecho robótico.

Toriel veía algo enternecida la escena, puesto que ella también estaría así en la posición de Killer, no se imaginaba el no poder nunca más comer la comida que hacía su querido hermano.

—¿Puedes servirme más, por favor? —pidió Killer con algo de comida en la boca mientras alzaba un poco el plato vacío con dirección a Asgore.

—¡Te serviré todos los platos que desees! —el menor aceptó el plato con gusto y fue a la cocina, tarareando una canción de la alegría.

Frisk, que salía del baño, estaba algo extrañado de todos los gritos que escuchó, no le sorprendió mucho cuando le dijeron la razón, ya saben cómo es el humano, siempre con esa cara con la que no se puede leerle como un libro abierto.

Ahora sí Killer se sentía completo y otra vez las lágrimas de felicidad se mezclaban con las de odio, no le gustaba ser muy emocional, pero tampoco podía controlarlo.

Aunque no era como algo de mucha importancia mientras las lágrimas fueran de felicidad.