Solo es historia

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Dean

Cuando me gradué del instituto tuve una gran pelea con mis padres debido a que no quería ir a la universidad. Sabía que mi camino se encontraba muy lejos de los salones de clases "convencionales". Amaba la fotografía, siempre lo había hecho, y poco a poco fui descubriendo que me encantaba posar frente a las cámaras y estar bajo los reflectores. Aun así, mis padres nunca terminaron de comprender del todo mi vocación, por lo que tuve que dedicar cuatro años de mi vida a estudiar algo que nunca ejercería, negocios internacionales. Esos cuatro años fueron algo tediosos para mí. Por las mañanas era la persona más feliz del mundo en una academia de modelaje, pero por las tardes era el ser más miserable en la universidad, pero aquella era la retribución que debía hacerle a mis padres por pagarme la prestigiosa academia en la que comenzó mi formación artística.

El mundo del modelaje era altamente competitivo y exigente, si no tenías el carácter y la determinación adecuados, entonces estabas frito. Recuerdo que me pasaba horas y horas estudiando y practicando, incluso aprendí francés e italiano para mejorar mis oportunidades. En mis inicios, no fueron pocas las puertas que toqué suplicando por una oportunidad. No todos están dispuestos a darle trabajo a los novatos, por lo que tuve un comienzo duro al igual que muchísimas otras personas. Nunca usé el nombre de mi familia para hacer mi trayecto más fácil, no le daría la oportunidad a nadie de echarme en cara que todo lo que había logrado era gracias a mi apellido. Quería que reconocieran mi valor, mi talento y quería respeto antes que cualquier otra cosa.

Comencé desde el escalón más bajo y he llegado a donde estoy ahora gracias a mi propio esfuerzo y sudor. He tenido que soportar humillaciones, burlas, acosos, desprecio y un sinfín de cosas más en todo el camino. Pero, mi carrera dio un inesperado salto cuando estuve en una pasarela para Versace, tras eso las agencias comenzaron a llamar cada vez más y comencé a ganar miles y miles de seguidores que luego pasaron a ser millones. Millones de personas que creen en mí, que se identifican conmigo o que solo les gusta mi trabajo. Desde entonces he tenido una carrera estable. Mis mayores escándalos han sido por salir con puros idiotas, por lo que ahora muchos de mis fanáticos veían a David como el príncipe azul que he estado esperando toda mi vida... Mientras que muchos otros opinaban que no era el hombre para mí...

Y ahora, me estaba volviendo loco saber que todo lo que me costó tanto construir estaba pendiendo de un hilo...

—Si vas y le dices algo tendrás que darle muchas explicaciones a los demás, especialmente a David... —mis ojos estaban fijos en Dylan cuando dijo eso luciendo consternado, me encontraba agarrando sus manos con mucha fuerza mientras luchaba contra mis ganas de ir a matar a Vladimir.

¿Cómo pudo haberme hecho esto? Me sentía demasiado asustado e inseguro. Temía perder en un pestañeo todo por lo que he trabajado.

—No puedo, no puedo quedarme tranquilo —solté levantándome del sillón, Dylan me agarró los hombros y negó lentamente. La verdad era que no quería montar una escena delante de todos, pero la rabia me estaba carcomiendo por dentro. Estaba furioso y sentía que explotaría en cualquier momento.

—Ven, esperemos unos minutos a que terminen de desayunar. Cuando esté solo entonces hablarás con él —la voz tranquila de mi mejor amigo y su mirada confiada se sintieron como recibir un balde de agua fría que apaciguó momentáneamente el fuego y la molestia en mí. Recosté mi frente de su hombro y solté un largo suspiro.

—No puedo creer que haya hecho eso... d-de t-todas las c-cosas con l-las que p-podría d-desquitarse... —no pude seguir hablando porque mi voz se cortó y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos debido a la impotencia y frustración.

—Es un infeliz. Vamos, no quiero que te vea así... —me dejé llevar por él fuera de la sala mientras me limpiaba inútilmente las lágrimas. Le agradecí en un susurro que me sacara de allí, lo último que quería era desmoronarme frente a los ojos de ese idiota. Antes de salir miré otra vez hacia las puertas transparentes pero él seguía comiendo y pasándola bien.

Russian || MD 2Where stories live. Discover now