Russian || MD 2

Apuesta

Roger

—¡Vladimir!

Me interpuse rápidamente en el camino del ruso al verlo avanzar hacia la biblioteca con una evidente furia reflejada en todo su semblante. Yo también fui testigo del inesperado beso que Dean y Viktor se habían dado hace un momento. Eso no me sorprendió en lo absoluto, sabía que era cuestión de tiempo para que Dean explotara. Había estado observando cómo se acercaba cada vez más a un punto de quiebre, gracias a Vladimir.

Minutos antes, en cuanto vi a Ivanka pasar por el comedor luciendo como si le acabaran de dar la follada de su vida, supe que probablemente sería la gota que derramaría el vaso si Dean llegaba a cruzarse con ella. Pese a que él no quiera aceptarlo, estaba claro que había desarrollado profundos sentimientos por Vladimir.

El ruso se detuvo, y durante unos instantes, su mirada gélida se posó en mí antes de regresar su atención a la biblioteca. No pude evitar notar cómo su pronunciada mandíbula se tensaba con fuerza, lo que evidenciaba su ira creciente. El silencio entre nosotros era incómodo, y mi mente trabajaba a toda velocidad pensando en qué podría decir que evitara que él descargara su molestia en Dean.

—Escucha, Dean a veces actúa de forma impulsiva o hace cosas tontas como una reacción de autodefensa cuando se siente lastimado. Discutir con él o regañarlo solo va a empeorarlo todo. Hace unos años, él solía ser mentalmente inestable, y ahora mismo, se encuentra bajo mucho estrés, así que es mejor tratarlo con cuidado... —le expliqué rápidamente, en un intento desesperado por mitigar su furia. Sin embargo, sus ojos rebosaban una frialdad abrumadora, lo que me hizo retroceder instintivamente varios pasos. Me miró, y con esa simple acción me provocó un terrible dolor de estómago por los nervios y la ansiedad. Era impresionante el peso tan fuerte que sentía con solo tener su vista sobre mí. ¿Cómo es que Dean era capaz de plantarle cara sin temor?

—Supongo que él todavía no tiene ni idea de lo que firmó realmente en el contrato, ¿verdad? —preguntó en un tono sereno pero aterrador. Tragué duro con dificultad mientras asentía. Si Dean supiera que Vladimir tenía el poder de usar el contrato en su contra y envolverlo en actividades ilícitas en cualquier momento, quizás no hubiese besado a Viktor y pensaría mejor sus acciones, aunque por dentro se retuerza de rabia. O tal vez, como creemos Dominik y yo, perdería completamente la cabeza y actuaría sin importarle las consecuencias...

—No, aun no lo sabe —admití lo obvio. Vladimir soltó una risita floja mientras el odio relucía en sus ojos al mirar nuevamente hacia la biblioteca. —Tú ya ganaste, y él todavía no tiene ni idea —reconocí con derrota, mientras él soltaba un suspiro.

—¿Qué dijo Dominik cuando vio los cambios? —preguntó ahora con una mirada perdida mientras observaba el paisaje a través de uno de los largos ventanales.

—No se sorprendió —respondí con cautela, él sonrió levemente. Extrañamente, era una sonrisa que denotaba tristeza...

No los conocía muy bien a ninguno de los dos, pero a juzgar por lo que he visto y escuchado, solían tener una relación cercana de amistad... pero ese ya no era el caso. Con solo hablar con Dominik pude darme cuenta de lo decepcionado y dolido que estaba con Vladimir, y el ruso, a pesar de la actitud aparentemente indiferente que casi siempre tenía, se notaba que esta vez sí lucía algo afectado por la situación. La decepción de un amigo era uno de los golpes más dolorosos que se podían recibir en la vida, y aunque Vladimir Sokolov era un hombre duro, estaba claro que ni siquiera él era inmune a ese tipo de heridas.

—Solo queremos que Dean esté bien, así que, lo que sea que estés planeando hacer... recapacita, por favor, antes de que le provoques un daño del que jamás pueda volver a recuperarse —dije, tragándome mis nervios y mirándolo con súplica, pero él me respondió con indiferencia. Un silencio pesado se cernió sobre nosotros. Por la forma en que dirigió su mirada hacia la biblioteca, pude intuir que no le importaría ni un poco arrastrar a Dean al infierno consigo. Sabía que toda esta situación solo irá a peor.