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MICHAEL HABÍA PROPUESTO LOS VIERNES CASUALES gracias a lo mucho que le gustaba como que le quedaban sus jeans, hoy se supone que llegarían de la tintorería, el piensa que no lo recibió pero la verdad es que Pam lo desechó a la basura porque Scott se pone un poco... raro cuando los viste. Pero no todo eran malas noticias para el gerente, Jan, su jefa, vino a la sucursal con el objetivo de entregarle la premisa de que ambos se iban a reunir con un gran cliente. A su vez, los empleados se encontraban en el almuerzo contando anécdotas.
— Investigó mis antecedentes, los mandó a imprimir y me preguntaba cosas, línea por línea, mientras cenabámos. — Óscar compartió su historia.
— Yo gano esta, era un juego de hockey de la liga menor, trajo a su hermano y cuando fui al baño, el juego terminó y se olvidaron de mí. — Pam habló.
— Oh, dime que no hablas de tu prometido, ¿Uh? — Kelly río, mientras que Pam quedaba en un silencio incómodo.
— ¿Qué sucede? — Entró a la cocina de la oficina Melody.
— Hablamos de las peores primeras citas. — Le dió contexto Jim. Respecto a ellos dos, habían pasado tan solo unos pocos días desde que casi se besan, ninguno tenía el coraje suficiente de decir ninguna palabra hasta el momento, sin embargo, Jim sí estaba buscando la oportunidad perfecta para conversarlo pero mientras, actuaba como si nada.
— Uh, esa es mi área. — Dijo divertida la vendedora. Ella, por su lado, había estado pensando mucho en él, no obstante, era consciente de que el castaño todavía estaba en un noviazgo con Katy, así que tomó la decisión de no hacer ningún movimiento hasta que el se separe o ella misma sencillamente lo supere.
— Cuenta el chisme. — Motivó la del anexo.
— Está bien, aquí voy. Era una cena en su casa, el había llenado de velas todo el lugar y cuando nos empezamos a acercar y parecía que la cosa iba avanzando, el dejó caer una vela por accidente y casi se incendia todo.
— Eso tiene que ser una broma. — Óscar río ligeramente sin poder creerlo.
