CARTER ESTABA PASANDO POR UNOS DÍAS MUY DUROS, el trabajo estaba siendo muy tedioso y últimamente había tenido una pésima comunicación con Jim, solo podían hablar una vez al día en una llamada de máximo treinta minutos por sus agendas y cansancio. El único que había estado ahí para ella como un nuevo amigo era James, quién la distraía y le divertía en algunas ocasiones.Hoy seguiría la mala racha de malos días, Josh, el gerente, había iniciado una reunión para controlar las tareas.
— ¿Qué sucedió con las escuelas del Distrito de Fairfield? Karen, ¿Generaste la lista de precios? — Preguntó Josh.
— Diablos, lo haré, lo siento. — Se disculpó la mujer mientras que buscaba entre todo su papelerío.
— Buen, hazlo, por favor. Melody, ¿Puedes asegurarte de que lo haga?
— Oh, sí, claro. — Accedió la rubia, aunque la orden la tomó desprevenida, al igual que a Karen, la cuál puso los ojos en blanco al oírla.
— ¡Uvita chupamedias! — Dijo entre una tos falsa Andy. — Josh, ¿Oíste lo que dije?
— Gracias a todos. — Josh ignoró la pregunta. — James, ya sabes que hacer, haz lo tuyo. — Dió así por finalizada la reunión
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— Maldita sea. — Renegó Karen cuando vió la máquina expendedora.
— ¿Qué sucede? — Preguntó Mel que iba detrás de ella.
— Nada. Se acabaron las papas fritas Herr's. Pero no te preocupes, lo que yo coma no queda dentro del ámbito de tu autoridad.
— Wow... — El comentario pasivo agresivo de Karen la dejó sin palabras. — Bueno, yo quería de esas papas fritas también, así que ambas sufrimos aunque creas que yo tengo más autoridad y beneficios como consecuencia.
— Se equivocan. — Entró en la conversación James, el cuál iba caminando y escuchando casualmente la charla de sus dos compañeras. — Hoy soy su supervisor de proyecto, así que...