Capítulo 11. Reunión y citas

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Jimmy se retorcía entre las sábanas, esos ojos oscuros penetrando en su interior. Gary besaba su cuello gimiendo grave y sensual.

- Mierda, estas tan apretada.

La pelirroja jadeaba en búsqueda de oxígeno, su piel sensible al tacto del moreno, ardiendo en excitación bajo el roce de Smith.

- Haaa... G-Gary...

Sus labios fueron devorados con un deseo profundo, la pasión se desbordaba entre los cuerpos excitados, la necesidad de que nunca terminara.

- Estoy tan cerca nena.

Gary chupaba y mordía su cuello mientras los gemidos de la chica subían de nivel, sus uñas largas arañando la espalda de Gary mientras se retorcía bajo su tacto.

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La mañana llegó, Hopkins abrió los ojos con dificultad y cansancio, pronto se sintió incómodo. Su cuerpo estaba empapado en sudor, sus mejillas sumamente rojas y al mover sus piernas pudo sentir su ropa interior mojada. Se levantó lo mejor que pudo y se dirigió a las duchas de la misma residencia, afortunadamente no había nadie por ahora. Su ropa cayó al suelo y rápidamente abrió la llave al máximo. Dejó que el agua cayera sobre su cabeza, mirando arriba soltó un profundo suspiro. Ese sueño sumamente extraño y erótico le hizo sentir extraña... extraño. Dios, debía resolver esto pronto y volver a su antigua forma. Claro la forma tampoco era agradable por decir lo menos.

- Tal vez debiste hacer caso a los rumores Jimmy, tal vez debiste quitarle la virginidad a ese pequeño escuincle con aires de prefecto.

Lo pensaba, y no podía asimilarlo. Solo tenían 16 maldición. Aparte de eso, tal vez los demás tenían razón y Pete de verdad lo quería de forma afectiva más allá de una simple amistad. El problema era que Jimmy no sentía lo mismo. En ese caso ¿Podría funcionar? Sería algo de una sola vez, todo volvería a ser como antes... excepto tal vez del corazón de su hasta ahora mejor amigo. Sus manos untaron jabón en su cuerpo mientras se hundía en la idea de implicar a Pete más de lo que ya estaba. Hasta para él eso era pedir demasiado, algo así como un abuso de confianza. Le tenía el suficiente afecto como para no hacerlo, no obstante... había otra opción.

Pinky y Lola entraron a las duchas, nuevamente la pelinegra lucía sumamente apagada. No pudo ver más, ya que al hacerse consiente que las dos estaban sin ropa, Jimmy respetuosamente volteó y comenzó a enjuagarse para salir lo más pronto posible.

- Hey Hopkins, lindas pecas.

Lola soltó el comentario riendo con picardía, Gauthier miró la piel de la pelirroja por inercia. Es cierto, sus hombros espalda y parte de sus muslos y piernas tenían adorables y atrevidas pecas, no solo las que se mostraban en su cara.

- ... Gracias.

La voz de Jimmy salió sin muchos ánimos, pronto en su cabeza afloró una idea.

- Lola... ¿Crees que podamos hablar después de clase?

- ¿Se puede saber por qué querrías hablar conmigo Hopkins?

El tono hostil de Lola Lombardi no permitió que Jimmy se echara atrás, todo lo contrario. Se enjuagó el jabón abrió los ojos mirándola fijamente.

- Necesito ayuda con algo y por lo que se dice de ti, eres una experta. En fin, si no quieres puedo ir con Mandy, ella podría ser más agradable en el tema.

Experimento 23 (Bully GenderSwap Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora