Día 5

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Al llegar a la oficina Rebeca me estaba esperando en mi silla.

—Traes el teléfono apagado y Leo no ha dejado de joder toda la noche ¿Qué paso? —no le respondí, no quería dar explicaciones, tome mi celular y le marque a la única persona que necesitaba en ese momento.

—¡Hola! —respondió Alina al primer tono.
—Necesito una cita con tu jefe urgente, quiero demandar a alguien por incumplimiento de contrato. —Rebeca sé me quedo viendo con cara de ¿qué carajos pasa?

—¿Estás segura? —preguntó Alina y asentí aunque sabía que no podía verme.

—Si, mi esposo acaba de romper una de las cláusulas del contrato y no voy a dejar que eso pase. Necesito la ayuda de Dante.
—De acuerdo. —dijo Alina y escuché que sé levantó.

—¿Me vas a decir que paso? —preguntó Rebeca y asentí. —Pero primero necesito hacer esta llamada.
—¿Hola?— habló Dante del otro lado. —Necesito que me ayudes a preparar una demanda para mi actual esposo, ayer se quiso pasar de listo y me insultó. No pienso quedarme con los brazos cruzados.

—Enviame con detalles sobre qué cláusula quieres que lo demandemos y estará lista en menos de dos horas.

—Perfecto, ya me pongo en eso. —dije y colgué la llamada, después me senté en la silla frente al escritorio y prendí la computadora.

—¿Qué, tan grave fue? —preguntó Rebeca y asentí.

—Me hizo sentir como si fuera una prostituta, me ofreció dinero para tener una noche conmigo.

—Hijo de puta. —dijo Rebeca y se levantó de la silla. —Necesito los detalles Alex. — cerré los ojos, el simple hecho de recordarlo sentía la sangre hervir, nadie jamás me había insultado de tal manera.

Narra Leo

Marque nuevamente al número de Alexis y no daba tono. Así que lancé el teléfono al otro lado de la habitación.

Estaba desesperado, después de la estupidez que había cometido la noche anterior, no la culpaba porque me odiara, al contrario me lo merecía por ser un idiota y no haberme podido controlar, sería algo estupido culpar al alcohol por mi drama.

Caminé al sillón y me recosté en él para cerrar un poco los ojos, llevaba toda la noche buscando a Alexis y el cansancio me estaba ganando.

En ese momento se abrió la puerta del despacho y al levantar la vista entró Vanessa con un sobre en la mano.

—Sé que no es buen momento, pero quería ser yo quien te diera las malas noticias. —decía mientras se acercaba a mí.

Es del despacho de Coleman. Dijo y me dio el sobre, fruncí el ceño, ya que no teníamos ningún negocio con Dante Coleman.

Al abrir el sobre casi me caigo de espalda, era una demanda por parte de Alexis. Me estaba demandando por incumplimiento de contrato.

—Debe ser una maldita broma. —dije y di la vuelta, tomé mis llaves y salí a toda prisa mientras le marcaba a Mario, me respondió al tercer tono.

—¿Qué pasó? —pregunto a lo que inmediatamente respondí.

—Quiero demandar a Alexis por incumplimiento de contrato, se fue de la casa y sé supone que no lo puede hacer al menos no durante 6 meses.
—¿Te encuentras bien? —dijo a lo que no respondí.

— Iré a su oficina, ella también me demandó. —al decir aquello Mario soltó una carcajada, esto se está poniendo mejor que una telenovela. —dijo y suspiré pesado.

—Cierra la maldita boca y prepara mi demanda, la necesito para hoy. —colgué el teléfono y me subí al auto, si ella quería jugar sucio, pues yo también me iba a unir a ese estúpido juego.

Al ir en el camino paré de golpe al escuchar ruido en la parte de atrás. Para mi suerte no iba ningún carro.

Tamara sé levantó del asiento trasero.

—¿Qué haces aquí? —dije al notar su sonrisa arrogante.

—Vine a visitar al amor de mi vida, pero en la puerta me negaron el paso, así que decidí esperar aquí.  Sabía que tarde o temprano ibas a salir de tu chiquero.

—¿Acaso estás loca? —dije a lo que Tamara soltó una carcajada.

—Puede que sí, por haberte dejado ir, pero como te lo prometí el otro día te voy a recuperar.

—Para empezar ya te había dicho que no puedes recuperar algo que nunca fue tuyo, además estoy casado.

—Ya te dije que sé que ese matrimonio es falso, conozco a ella mejor de lo que tú crees 

Al decir eso me tendió otro sobre como el que me había dado anteriormente, lo lance al sillón del pasajero.

—Te juro Tamara que si no me dejas tranquilo te voy a demandar. —se cruzo de brazos y negó con la cabeza.

—Ya que no quieres descubrir que hay en el sobre, te lo diré de una vez. En éste contenido se encuentra una muy bonita bitácora de la vida de "tu esposa".

Desde su primer matrimonio fallido hasta ahora. Al escucharla tome el sobre y efectivamente.

La información era mucho mejor que la de la vez pasada, había nombres, fotos y dirección de todos los exs de Alexis además había un sobre que decía clasificado y venía su verdadera identidad. Volteé nuevamente a verla.

—Te dije que descubriría la verdad, no me sorprende que terminarás con una prostituta. —al escucharla le lance el sobre en la cara.

—Te prohibo que la llames así. Ella es mucho mejor que tú.— al escucharme soltó una carcajada.

—De verdad que eres un estúpido, lástima que me gustas más de lo que parece como para denunciarla públicamente y joder tú vida y la de ella.

¿Qué pasaría Leo? Si el mundo descubriera la verdadera identidad de tú esposa ¿Para quién sería peor, para ella o para ti?

—¿Qué quieres? —dije finalmente y al escucharme se recargó en el asiento y cruzó las piernas.

—Ya nos estamos entendiendo, me encanta la química que hay entre los dos.



¡Hola gente! Disculpen la demora, pero como les había mencionado en instagram me entró un bloqueo y no podía terminar el capítulo 🤧

Espero y les guste mucho además está semana tendremos actualización doble 🤭

Una esposa para Leo Where stories live. Discover now