Una esposa para Leo

Día 8

La cabeza me dolía sentía como si me fuera a explotar y los ruidos de la puerta cada vez eran más fuertes. Me levanté como pude del sofá y busque mis zapatos al no encontrarlos caminé descalzo.

Tan sólo gire el picaporte y está se abrió de golpe haciendo que caminara atrás y callera al suelo. Me sobe el trasero y me levanté como pude.

—¿Qué estás haciendo? —pregunto mi madre por su tono de voz era claro que estaba más que furiosa.

—Esperando a mi esposa. —las palabras salían de mi boca, pero no reconocía el sonido ya que se escuchaban pesadas y arrastraba un poco la voz debido a que aún había alcohol en mis venas.

Al escucharme mi madre suspiro pesado.

—¿De que esposa hablas? Ella te firmo el divorcio, eres libre. —dijo y negué con la cabeza, comencé a sentir una punzada en el pecho al recordar que Alexis llevaba un mes sin pisar Madrid.

—Todo es tú culpa. —dije y camine a la cocina.

—Hijo. —dijo y negué con la cabeza.

—No me llames hijo ya que tú y ese señor que dice ser mi padre para mí están muertos, ustedes dos hicieron que se fuera lo único bueno que tenía y por culpa de ustedes es que mi vida se volvió una mierda.

Puede que mi matrimonio fuera falso, pero no lo que sentía por ella, eso si es real. Jamás en mi vida me había enamorado tanto de alguien como ahora lo estaba de ella y estaba dispuesto a luchar por ello. —mi madre no dijo nada simplemente me observa de pies a la cabeza.

Podría entender su confusión ya que mi estado era terrible, pero tenía que darse cuenta de que lo que hizo estaba mal.

Mi celular sonó y al ver el número de Mario respondí rápidamente.

—¿Hay noticias? —dije a lo que se escuchó un suspiro.

—Ella llega mañana. —Al escuchar aquellas palabras la vida me volvió al mi cuerpo. Alexis llegaba quizá no todo estaba perdido, quizá había una esperanza y podría recuperar a mi esposa.

Si le demostraba que de verdad la amaba podría ser que ella sintiera lo mismo por mi.

Sonreí ampliamente y tire el teléfono. Todo debería estar en orden cuando ella regresará.

Narra Alexis

—¿Estás segura de que quieres hacer eso? —preguntaba Luca con su hermoso acento francés a lo que asentí con la cabeza.

— Él merece ser feliz y su felicidad no está conmigo. — al pronunciar aquella frase sentí un ligero ardor en la garganta.

—Pero el tiene derecho de saberlo. —negue con la cabeza.

—No estoy en sus planes y esto tampoco. Además la ACC me va a mandar a otro lado la estúpida misión resultó ser un fracaso. —Luca asintió con la cabeza y coloco las maletas en el suelo.

—De acuerdo apoyaré tu decisión, pero recuerda que eso no quiere decir que este a favor de ello. —asentí y suspiré.

Después de la misión fallida en Sheffield el equipo sé vio obligado a separarse de nuevo, pero está vez tuvimos que ir acompañados ya que  estábamos seguros de que había un espía entre nosotros.

Según Ethan era muy arriesgado viajar solos, así que esa fue la única solución.

Además después de comprobar mi estado menos me dejó ir sola, todos se volvieron muy pesados, suspiré pesado al llegar a la puerta de mi apartamento y abrí la puerta al hacerlo las luces se encendieron y me quede con la boca abierta.

Había velas por todos lados y pétalos de rosas en el piso, trague saliva y voltee a ver a Luca el estaba sonriendo. Antes de que hablara Leo apareció.

—Regresaste. —dijo con una botella de vino en las manos, tenía una gran sonrisa y ojos ojerosos, por el aspecto que tenía parecía que no había dormido bien durante mucho tiempo.

Al ver a Luca su sonrisa se desvaneció.

—¿Estás acompañada? —dijo y puso la botella sobre la mesita que estaba en medio de Luca dio un paso adelante y asintió. Antes que dijera algo lo tome de la mano.

— Él es mi esposo. —la mirada de Leo cambio de una radiante a un semblante mucho más serio, estaba enojado y odiaba tener ese sentimiento de culpa, pero era necesario para protegerlo.

—¿Es el remplazo? —dijo en un tono sarcástico y negué.

—Él es la razón por la que me fui y por la que te di el divorcio antes de tiempo, Luca es la persona que había estado esperando durante toda mi vida. —Luca no dijo nada permaneció a mi lado tomando mi mano, sabía que nada era cierto, pero tampoco me queria dejar sola.

—¿Es una broma verdad? —dijo y no respondí si la vuelta y tome a Luca del cuello para sellar nuestros labios en un largo beso. Apesar de que Luca era un caballero y era un chico bastante guapo, con aquel beso no sentí lo mismo que sentía cada que mis labios se rozaban con los de Leo, no sentía el mismo cosquilleo recorrer por mi piel.

Pero necesitaba ser convincente, necesitaba que Leo se fuera, lo necesitaba vivo y lejos de mi. Una lágrima calló de mis ojos y Luca fue muy hábil para limpiarla sin que Leo sospechará.

Al separarnos Leo ya no estaba. Me tiré al suelo y comencé a llorar.

El amor te hacía ser débil, te volvía vulnerable le daba la oportunidad a una persona de herirte sin si quiera tocarte. Y eso era justo lo que había hecho hoy con Leo, sólo esperaba que él me llegará a perdonar algún día.

Holi!

Buenas noches gente bonita al fin tenemos actualización, espero y me disculpen por los errores que llegue a tener ya que este capítulo no está revisado jeje, pero ya era justo y necesario subirlo 😅

También estaba pensando en que ¿Les gustaría que abramos  un grupo de WhatsApp para poder hablar de la historia?

Si es así dejen su opinión yo los leo.

¡Gracias por llegar hasta aquí?