Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo Parte 3

Volumen 11: Capitulo 458

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Nazar no solo se quedó con la idea de defenderse, si tenía la oportunidad de atacar no iba dudar y esto hizo.

En tentó se defendía con esa extraña magia, hacia aparecer a sus costados pequeños agujeros negros como los que Yossu usaba para ir de un lado a otro, pero lo distinto era que estás grietas no eran portales, sino que se trataba de un almacenamiento espacial y cada uno se encontraba en una mano de Nazar.

De ahí emergieron dos dagas hechas de huesos con formas raras y  fuego violeta. Las mismas medían por lo menos la mitad de su pie.

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“¡Te voy a Cazar, mujer!”

Tras haber dicho eso con su voz fuerte, salió corriendo en dirección a la extraña mujer, que aún mantenía esa sonrisa orgullosa repugnante.

Los gigantes brazos hechos de luz y huesos chocaron y se enfrentaron algunos metros encima de donde estaban ambos. Las manos buscaban destrozarse entre ellas pero ninguna se rendía y por ello seguían empujándose con fuerza.

Al enfrentarse a alguien que parecía ser un mago, sabía que debía aprovechar las oportunidades de luchar mano a mano, era bueno tanto en la magia como en los enfrentamientos frente a frente, sin embargo la idea de Nazar era aprovechar su debilidad y acabar con esto lo más rápido posible, así que mientras sus magias chocaban encima de ellos, el esqueleto aprovecho para sacar sus dagas y correr de forma recta contra ella.

En cuestión de segundos ya se encontraba en frente de ella, pegó un salto en tanto apuntaba sus dos dagas contra, no quedaba mucho para que sus armas atravesaran por completo su rostro, pero justo en ese momento, cuando Nazar menos se lo esperaba la extraña hizo algo que jamás se espero.

Del libro inmenso que tenía en su mano emergió un sombrero negro de gran tamaño, este bloqueo de forma inesperada e impensada el doble ataque que iba a hacer Nazar. Eso hizo que el general se sorprendiera.

Nazar no era alguien que se enojaría por no haber aprovechado tal oportunidad.

No duda y pega varios saltos hacia atrás al ver lo que podía hacer el sombrero, ya que podría tratarse de un objeto peligroso, ¡No!, En realidad ya lo estaba considerando como uno.

La mujer mira al sombrero y se pone hablar con el como si fuera otra persona, esto dejo mucho más perplejo a Nazar que haber visto que sus dos ataques fueran detenidos por un mero sombrero.

“¡Genial, estoy luchando con una maniática que habla con sombreros!”

Dijo descontento Nazar.

“Si no funciona una vez, debo probar hasta que lo haga” lo decía por el hecho de haber fallado en su ataque y que sin importar que, seguiría atacando.

Así como había dicho, hizo.

Nuevamente se lanzó con sus dagas, pero estaba vez de su espalda salieron gigantes patas similares a los de una araña, la diferencia radicaba en qué estás estaban hechas de hueso.

Gracias a esas extremidades nuevas avanzo mucho más rápido mientras se impulsaba, sin embargo el objetivo del general con estás era otro.

En el momento que se lanzó el sombrero se preparó para defenderse, las extremidades de Nazar empezaron una luchar con el sombrero, aunque más que luchar era un Nazar que atacaba y un sombrero que lo único que hacía era defenderse.