Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo Parte 3

Volumen 11: Capitulo 494

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Lisa giró rápidamente para decirle a Breisha que tenía toda la razón con lo que había dicho hace un rato, pero para ella fue imposible decir algo. De hecho, solo lo dijo en su mente, porque se quedó un tanto atónita al ver la sonrisa retorcida de emoción y orgullo de Breisha. Ante tal demostración, Lisa pensó: ‘Así que este es el famoso orgullo de sentirse invencibles y haber sido creados por dioses. ¡Impresionante!’

‘Como lo dije hace un rato, Orbis está a otro nivel.’

Nazar continuó con su discurso…

“¡Somos soldados imperiales!”

“¡Somos los seres que protegemos este país y a su majestad!”

“¡Por nada en el mundo tenemos permitido fallar!”

“¡Fallarle a su majestad y a nuestras familias no está permitido, ¿oyeron”

Un inmenso grito inundó el lugar. Los clamores cargados de poder de las tropas imperiales pusieron de punta las orejas de los elfos.

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El general Nazar continuó con su maravilloso discurso, provocando que los soldados imperiales se llenaran de fuerza y determinación. Nazar intentó que la octava general lograra hablar, pero la bruja se negó rotundamente. Había pensado en amenazarla. Sin embargo, se dio cuenta de que era muy pronto para que hablara y podría causar que la moral bajara, así que por el momento el sexto general le perdonó a Nyx este berrinche y lo dejó pasar.

Ahora era turno de que la princesa Lisa diera su discurso emotivo a sus soldados. Lisa no dejaba de tragar saliva y respirar profundo. La princesa estaba muy nerviosa y veía imposible hablar en frente de tantos individuos, y si sus soldados ya eran muchos para ella, las tropas imperiales se voltearon levemente para observar a la prometida de su rey. A pesar de ser un simple movimiento, eso provocó un gran ruido que hizo que Lisa se sintiera aún más nerviosa.

Breisha se dio cuenta al instante de que su amiga no podía ni moverse del lugar, es más, temblaba de lo asustada que estaba, y esto le dio risa, pero luego de intentar ocultar su risita, la general pensó seriamente en algo que la preocupó y causó que dejara de reírse. Ahora pensaba que debía hacer todo lo posible para que la princesa pudiera dar un discurso decente, ya que sería bastante malo que una de las prometidas del rey no pudiera hablar frente al público.

Cuando comenzó a pensarlo más seriamente, le costó no abrumarse. Incluso su tierna sonrisa se desvaneció por un momento. Breisha no sabía qué hacer, por lo que simplemente disimuló.

"¡Adelante!, no te preocupes y haz que todos griten con fuerza".

Esto había dicho la general con una sonrisa… sonrisa… completamente falsa, ya que por dentro no sabía qué hacer y lo único que se le vino a la cabeza fue decir esas palabras.

Había sido arriesgado, pero por lo que logró ver la ángel, esas palabras sirvieron. Lisa respondió a esas palabras con una sonrisa y dio algunos pasos hacia delante para dar comienzo con el discurso. La pobre general había quedado desconcertada y no sabía si esto podía salir muy bien o muy mal.

“Hijos de Apotros, seres eternos, pueblo mío, estoy muy agradecida de que hayan decidido acompañarnos en esta aventura hacia la capital de nuestro nuevo reino”.

Hace una pequeña pausa.

“¡Deberíamos sentirnos felices de poder contar con tan buenos aliados y amigos como lo son las tropas imperiales!”.