Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo Parte 3

Volumen 11: Capitulo 498

Mi Reino Fue Transportado Ha Otro Mundo—

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Al principio, la mujer parecía muy emocionada, pero una vez que vio esas vestimentas extrañas en los individuos, no pudo evitar sentir desconfianza y miedo. A los ojos de los tres encapuchados, era imposible verles los rostros y otras partes del cuerpo debido a las vestimentas que llevaban encima. En ese instante de sorpresa, se quedó completamente callada y en alerta. Se sentía tonta por haber abierto la puerta sin pensar, desencadenando el mal momento que estaba pasando.

Por dentro, la mujer no podía creer lo torpe que había sido. Se sentía culpable por su distracción. En Orbis, por lo general, no había robos ni situaciones de este tipo, y por eso no había razón para preocuparse, al menos hasta ese momento.

“Señora, por favor no cierre la puerta. No deseamos hacerle nada malo, solo queremos confirmar algo con usted”, dijo una voz femenina, intentando transmitir confianza.

Respiró profundamente y, a pesar del miedo, decidió abrir la puerta y mirar nuevamente a los tres individuos encapuchados que tenía frente a ella.

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A pesar de todos los problemas ocasionados, la mujer les permitió una oportunidad a los individuos que tenía enfrente.

"¿Y bien?", preguntó a la defensiva.

Antes de dar una respuesta a ello, los tres encapuchados agradecieron de corazón la oportunidad que les brindaba la mujer a través de una pequeña reverencia moviendo sus cabezas.

"Pedimos sinceramente disculpas por molestarla a tales horas de la noche, pero nos gustaría saber si en esta casa vive el líder de la cámara de comerciantes, Thaldrin", dijo nuevamente la mujer.

No sabía si responder o no a eso. Dudaba tanto de qué decir, que los tres encapuchados se dieron cuenta de la respuesta sin haberla oído de sus labios. La respuesta claramente fue "Sí" y con ello la mujer se dio cuenta del extraño alivio que sintieron los individuos que estaban enfrente suyo.

Al confirmar tal hecho, los tres individuos procedieron a quitarse la tela que cubría sus rostros y se dejaron ver ante ella.

"Perdone nuestra tardía presentación, pero mi nombre es Izet. Soy una de las generales de Orbis."

"A un lado también se encuentra la prometida de su majestad y no solo esto, sino que conmigo también está su santidad Yossu”, dijo la vampira de manera orgullosa y dejando ver sus preciosos colmillos.

La presentación dejó sin palabras a la mujer. Tanto así que no podía decir ni una sola palabra de lo aterrada y nerviosa que estaba. No se trataba de un terror referido al miedo, sino que se basaba en un terror bueno.

Se dio cuenta al instante de que esto era imposible que fuera falso, ya que frente a ella sin duda tenía a la gran general Izet y a su majestad, el emperador de Orbis.

No podía reaccionar debido a la emoción que estaba experimentando. Sin embargo, una vez en razón, no dudó y de forma inmediata se arrodilló en el suelo.

"¡Larga vida a Orbis y larga vida a su majestad!"

"¡Pido sinceramente disculpas por la falta de respeto que acabo de mostrarles ahora mismo.”

Su rostro al decir estas palabras había sido totalmente diferente al de hace un rato. Se notaba sin dudas algunas la seriedad que estaba manejando en este momento.

No puedo creerlo. En estos momentos se encuentran las personas más importantes de Orbis frente a mi puerta.

No puedo creer que en serio esté sucediendo esto. El rey de Orbis, su majestad, yace a centímetros de mí y me está hablando. Estoy dudando si esto se trata de un sueño en realidad, meditó bastante nerviosa.