Bebé - Ranpoe

Primer mes

Ranpo dejó sobre el escritorio del presidente el exámen de la prueba de embarazo, y una revista de cómo ser un buen padre.

 —Esta revista está de más. Es de Poe, está un poco ansioso y alterado con la noticia.

El presidente no sabía para donde mirar. Mantuvo su serenidad, se levantó de su asiento y se acercó a su casi hijo. Meditó unos segundos lo que iba a decir.

 —Poe es el padre. 

 —Quiero que lo llames, dónde sea que esté, lo quiero presente ahora mismo.

 —¡Amor, pasa!

Fukuzawa no esperaba que Poe se encontrara allí tan rápido. Hizo que la pareja se sentara, él hizo lo mismo.

 —El ser padre, conlleva una gran responsabilidad.

Poe prestó atención a la gran charla que el presidente estaba dando. Ranpo dejó de prestar atención desde que dedujo sobre a dónde se dirigía el tema de la conversación.

 —... Pero, dado que ahora ya están en esta situación, les aconsejo que tengan cuidado y estén siempre alerta. Un bebé necesita disciplina, y mucho amor.

Ambos asintieron.

 —Y tú, Poe. 

Si antes estaba prestando atención, ahora mucha más.

 —¿Sí?

 —Tuviste el coraje de embarazar a mi hijo. Con la misma valentía lo proteges a él y tu hijo.

 —¡Oye! 

Ranpo se mostró molesto frente al comentario. Le reclamó un par de cosas a su casi padre, y luego de unos minutos ya se encontraba saliendo con su pareja de allí.

Fukuzawa esperó a que estén a una distancia razonable y se desplomó sobre su escritorio. Logró materializar una lágrima de felicidad, poco tiempo después buscó en el celular ropa para bebés y utensilios, como carritos o juguetes, que el bebé necesitaría para tener una buena calidad de vida. No lo demostró frente a la pareja, pero Ranpo sabía lo emocionado que su casi padre estaba con la gran noticia.

 —¿Me estaban tratando todos así, solo porque estaba embarazado?

 —Ranpo-san, deberías descansar. -Kenji hizo sentar a Ranpo en el sillón. Encima le puso una manta, cubriéndole todo el cuerpo, dejando ver solo su cara.

 —Si te sientes mal, no dudes en decírmelo. Puedo recomendarte unas pastillas muy efectivas para reducir el malestar. -Yosano se mostraba emocionada.

 —Cuando Chuuya estaba embarazado, a todo lugar que iba, se lo veía de mal humor. Desde que mi hijo nació, siempre que presiento a un omega preñado cerca, intento sacarle una sonrisa, como venganza a Chuuya, ¡que nunca lo vi sacar una mísera sonrisa en los nueve meses de embarazo!

 —No me incluyas en sus peleas. 

Poe se acercó a Ranpo, luego de mantenerse neutral en aquel corto tiempo.

 —¿Cómo te fué con el presidente, Poe?

—Existen peores situaciones. Pero no me quejo.

—Así que te fue mal, ¡ánimo, serás padre!

Poe dió un largo suspiro. Se sentía cómodo y relajado frente al buen ambiente que crearon los compañeros del trabajo de Ranpo. Hizo una nota mental: contar con la ayuda de la agencia.