Epílogo

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Un mes pasó de todo lo sucedido. Realmente Ranpo lo sintió como una eternidad, desde las noches sin dormir hasta los vómitos o escenas incómodas del bebé intentando comer pero dejando grandes marcas de mordiscos en los pechos de su papá.

¿Mamá? Ranpo se rehusaba a que lo llamaran así. Decidió que él sería el papá. ¿Y Edgar? Poe es el padre o simplemente "apá". Aunque eso lo decidirá Alexander con el pasar de los años. Será complicado, pero posible.

Cada día se volvía más lento que el anterior, y pareciera como si las semanas se convertían en meses. Pero, cuando al fin pasó un mes desde que el bebé nació, ambos no dudaron en festejar.

Decoraron la sala como si de un cumpleaños se tratara, y como si el bebé supiera siquiera lo que es una fiesta.

Pero la fiesta no se trataba del bebé, se trataba de ellos.

—Feliz primer mes como padre.

—Feliz primer mes como figura paterna.

Ambos tomaron, uno tomó un (gran) trago de cerveza, el otro un (gran) sorbo de su vino.

Esperaron esto desde que intentaron, de diferentes formas, dormir a Alex.

—¿Te arrepientes?

—Cuando te vi sufrir al momento de concebir... Solo ahí. Aunque, creo que ni siquiera estaba pensando en ese entonces.

—Yo nunca me arrepentiré de haberle dado luz a mi pequeño.

Tomó un gran sorbo y siguió hablando.

—Pero todavía no sé si en su adolescencia me hará cambiar de opinión, ¿haz visto como están hoy en día los adolescentes? ¡No dudaré ni un segundo en correrlo de la casa si me dice que yo no tengo derecho a decirle nada porque él no me pidió nacer! Si llega a decir algo como eso... Yo...

Volvió a tomar otro sorbo, esta vez más tiempo, por todo el enojo acumulado.

Poe solo se limitó a reír.

—Falta mucho para eso... Aunque dicen que los niños crecen rápido.

—Espero Alex se quede entre los tres y ocho años para siempre.

Un frío recorrió la habitación, Ranpo lo sintió y cruzó los brazos intentando calentarse con lo que tenía puesto.

Poe lo vio y sin dudar lo envolvió con su saco. Le dio un beso en la frente y...

—Eres hermoso. Ni el frío de tus palabras ni la terquedad de tu pensamiento me harán cambiar lo que siento, mi amor.

Ranpo sonrió y con una mano tocó su cachete, acariciándolo.

—Mi poeta~

Poe cerró los ojos y acercó su cara a su mano, no le importó que estuviera fría.

—Hace tanto tiempo que no me dedicas un poema... ¡Casi me olvido de lo que trabajas para mantenerme!

—¿Te gustó? Tengo mejores...

—¿Entonces, por qué no me dedicaste el mejor?, ¿Acaso no me lo merezco?

Apretó su cachete y entre cerró los ojos haciendo una mueca algo graciosa y a corde a lo que decía.

—Por supuesto que te lo mereces.

—Tengo toda la noche para escuchar tus poemas. Soy un humano, necesito de vez en cuando unas cuantas dedicaciones de tu amor para mí~

—Solo para ti.

Poe agarró la aún marcada cintura de Ranpo, acercó su cuerpo con el suyo, ignoró la pequeña panza que le había crecido, y lo besó.

—Te amo, Ranpo.

—¿Más o igual que Alexánder?

—Más que a mí.

Y con una sonrisa de oreja a oreja, Ranpo se sonrojó dejando que Poe siga apreciando su hermoso rostro.

—Pediré un deseo: que Alexánder, en un futuro muy, muy, muy lejano, cuando consiga pareja, que ella (o él) lo ame más que yo a ti.

—Eso es imposible.

—Lo sé. Pero, el deseo está.

—Yo también pediré ese deseo entonces.

Acercaron sus rostros, dispuestos a darse otro beso. Pero, el llanto de un bebé rompió la burbuja en la que estaban, y fueron de inmediato a consolarlo.

Ranpo lo levantó en sus brazos y le dio un dulce beso en la frente para calmarlo. Y, aunque no esperaba que resultara, pasó.

Edgar, por su parte, corrió a buscar y volver con una cámara.

—Feliz primer mes.

Le dio "clic" al temporizador y se unió a la foto.

Lo que no esperaba, es que Alexánder volvió a llorar en ese momento, haciendo que la foto saliera así:

Un bebé llorando y pataleando.
Ranpo preocupado, intentando calmarlo.
Poe acercándose a la cámara para que no se tomara la foto, aunque sucedió.

Y así, pegaron la foto al pequeño álbum donde conservaban fotos desde su primera cita, hasta la última foto donde demostraba el desastre que había en aquella familia.

Pero, ese desastre nunca podría llegar a compararse. Porque ellos dos son tan diferentes y especiales... Al igual que su hijo, que no hará más que enorgullecer y alegrar a...

Sus padres...

Fin.









Quería escribir esto antes de que terminara el primer mes del año. Espero les haya gustado la historia y mIL GRACIAS POR APOYARLa.

GRACIAS GRACIAS GRACIAS.

Deseo que este año lo disfruten al máximo, ¡Cumplan sus metas, nos vemos!

Babaay~

Bebé - RanpoeWhere stories live. Discover now