Squirrel ✧♦minsung//Seungsung//Knowmin♦✧

dos.

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—eres un imbécil. ¿Cómo crees que voy a aceptar?.

—no lo sé. Sólo decía.— minho levanto los hombros como si no fuera importante insinuar que pruebe con hyunjin y jeongin —tal vez te vaya bien.— seungmin ardió en rabia y de no ser porque estaba lo suficientemente lastimado, le arrancaría la cabeza y luego la aplastaría con sus manos.

—querrás decir, que tal vez te vaya bien a ti con jisung.

Minho sonrió —¿Para qué negarlo?.

—idiota.

—gracias, es un don.— minho guiño un ojo y seungmin rodo los ojos

—a todas estas. ¿Por qué compartimos dormitorio? ¿Hay escasez de estudiantes o qué?.— minho levantó los hombros dando a entender que no sabe pero que tampoco le importa porque así puede molestar al pelirrojo cuantas veces quiera. Así que, de cierta forma está satisfecho. Su teléfono vibró en la pequeña mesita de noche al igual que el de seungmin y con el pensamiento que podría ser jisung tomaron el aparato a la velocidad de la luz.

Más su ilusión cayó muerta cuando encontraron una invitación a una fiesta en la fraternidad de txt, minho no entiende cómo unos chicos más jóvenes que el hallan armado una fraternidad. Que indignante.

—carajo. Había olvidado que ya es fin de semana.— seungmin habló con la mano en su cabeza —ahora tendré que quedarme un viernes en mi dormitorio con un imbécil.— minho no dice nada pero se siente igual —jisung irá. Estoy seguro.

—lo hará para castigarnos.— comentó minho y seungmin suspiro. Se sentían tan impotentes.

—tienes que decirle a changbin que lo cuide.— y minho asintió aunque no hacia falta que se lo pidieran para hacerlo pero, se ahorrara ese comentario para después. Envío el mensaje a su gran amigo y luego dejó el teléfono donde se encontraba originalmente, tras unos segundos o minutos -la verdad ninguno de los dos lo sabe con exactitud- minho tuvo una idea.

—tengamos una pequeña fiesta aquí.

—¿Qué?.

—pidamos algo de alcohol... Tres botellas y algo de comer.— minho levantó los hombros y recostó su espalda en la cabecera de su cama haciendo una mueca en el proceso —joder, golpeas fuerte.— seungmin sonrió orgulloso aunque el también lo acepta, minho golpea fuerte y sus llaves son la perdición —¿Qué te parece?.— minho le preguntó sacandolo de sus segundos de ensoñación.

—no lo sé.— dijo y al ver el puchero que comenzaba a formarse levantó una ceja —¿Estás haciendo puchero?.— señaló los labios contrarios impresionado —pero si aquí no está jisung.

—silencio, no se de qué estás hablando.— iba a cruzarse de brazos pero no lo logró pues sólo el roce a su costilla le hincaba así que el puchero que estaba suprimiendo salió a la luz causándole más impresión a seungmin.

—eres asquerosamente tierno.— afirmó el pelirrojo con una mueca —no sé cómo es eso posible.

Minho lo miro con amenaza —¿Aceptas o no?.

—mmn... ¿Quedarme un viernes en mi dormitorio con el idiota que me golpeó o quedarme un viernes en mi dormitorio con el idiota que me golpeó pero con algo de alcohol? mmn... no lo sé.— seungmin acariciaba su barbilla una y otra vez sin pensarlo de verdad, desde el primer momento había aceptado solo que le encantaba ver la expresión frustrada de su compañero —de acuerdo.— finalmente acepto.

—bien, antes de que changbin se marche le pediré las botellas.— minho informo aunque ya lo halla hecho, Seungmin asintio y después de media hora, changbin tocó su puerta. El pelirrojo abrió después de perder en el juego de piedra papel o tijeras.