catorce.

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—¡Mamá, papá!.— jisung exclamó feliz. Dejó las maletas de lado y corrió al encuentro con sus progenitores quienes lo estrecharon en un abrazo fuerte, su madre repartía besos por toda su cara mientras le decía con ojos aguosos:

—oh, dios. Mi bebé está tan grande.— minho sonrió al igual que seungmin mientras observan desde lejos. Jisung parecía un niño pequeño acariciando su nariz en el cuello de su madre y luego lanzandose a los brazos de su padre quien sonreía y cuando levantó la mirada abrió sus ojos sorprendido.

—¿Ellos son...— jisung asintio girandose y haciendo un ademán con la mano para que minho y seungmin se acercaran.

Minho parpadeo paralizado, algo burbujeando en el al ver los rostros de felicidad de los señores Han. Fue seungmin quien tomo las maletas olvidadas por Jisung y se encamino hacia el pero, estaba bien ¿no?. Es decir, ellos pronto estarán juntos.

Ni siquiera sabe porque acepto. Si bien es cierto que quería ver a los padres de Jisung, ahora que están en el aeropuerto de Malasia se siente ajeno. Mientras ve como a la sra han lleva sus manos a la boca jadeando y casi inmediatamente abrazo a Seungmin repartiendo besos por su rostro también. Una pequeña sonrisa se deslizó en sus labios porque bueno, se siente feliz mirándolos desde lejos.

—vamos, no seas tímido. Ellos esperan por ti.— jisung le dijo sacándolo de su burbuja de pensamientos —¿Dónde está el minho que corría antes que yo para abrazarlos?.— Minho soltó una risa rascando su nuca mientras es tomado por la muñeca siendo así, arrastrado hasta los han y antes de poder decir hola el sr han lo atrapó en sus brazos y joder, se sintió bien.

—definitivamente crecieron.

—oh, sr han, no diga esas cosas.— comentó seungmin apenado

—te he dicho que me digas younghyun.

—de acuerdo, younghyun.— jisung abrazaba a su madre sonriendo al ver las mejillas de los chicos coloradas.

—deberan estar cansados. Vamos a casa.— younghyun hablo tomando algunas maletas.

Jisung negó —solo fueron un par de horas, papá.— pero aún así subieron al auto dejando al aeropuerto atrás y llegando sin ningún problema a casa. Jisung parecía niño imperativo brincando alrededor de su madre mientras Seungmin y Minho estaban demasiados tímidos para estar a su altura así que se limitan a bajar las maletas del auto con un jisung en la cocina preparando algún bocadillo junto a su madre, pero tampoco importaba mucho es decir, muy pocas veces puede venir a verlos.

Minho subió a dejar el equipaje en la antigua habitación de jisung con un seungmin pisandole los talones. Los recuerdos golpeándolos en una oleada nostalgica al abrir la puerta, seungmin fue el primero en ingresar dejando las maletas a un lado de la puerta y observando su alrededor

—tantos recuerdos.— dijo y Minho estuvo de acuerdo entrando también y posicionando las maletas junto a los demás. Se quedaron en silencio un par de minutos, algo burbujeando en las bocas de su estómago

—no ha cambiado nada.— agregó Minho mirando el viejo cofre donde solían guardar los juguetes —hmn... me pregunto si... — se encamino hasta alli abriendo la tapa y encontrando los juguetes. Sonrió. Las sábanas seguían siendo azules con constelaciones, los dibujos pegados en la pared, los pequeños all might en la repisa...

— es como si los padres de Jisung se olvidaron de esta habitación.— seungmin dijo sumergiendo sus manos en el mar de juguetes polvorientos que era el cofre y nuevamente minho estuvo de acuerdo suspirando y sentándose en el suelo, seungmin lo imito después de sacar un pequeño soldado de plástico verde y al darse cuenta que el castaño miraba la nada con el ceño fruncido apoyo suavemente su mano sobre la de él diciéndole:

—no tienes que hacerlo.— su voz sonó suave y cálida en los oídos de Minho —ya sabes que le gustas.— seungmin lo miro apretando sin fuerza exagerada la mano contraria

—¿Hace cuánto no veníamos?.— Minho quiso ignorar lo dicho antes. Nada de lo que le diga le hará cambiar de opinión. No lo pondrá a escoger entre el y seungmin —después que entre en la universidad no pude venir más.

—si... Te fuiste dos años antes que nosotros.— Minho asintio bajando la mirada al pequeño juguete en la mano del pelirrojo, no creyendo que aún existan es decir, siempre les prendían fuego, la sra han les había dicho que ya no les quedaba más de ellos pero, al parecer, ¿Se equivocó o simplemente no quiso seguir teniendo un cementerio de soldados? Sea lo que sea, no creyó volver a ver uno.

—recuerdo haber pensado que era mucho mejor sin ti.— minho lo codeo en la costilla como una queja —lo siento.— se rió con suavidad entrelazando sus dedos —¿Podrías disfrutar esta visita?.

—de todas formas hablare con él.

—de acuerdo.— minho se levantó sacudiendo su ropa y extendiendo una mano a Seungmin. Tomara sus palabras, disfrutará de esta visita porque hace mucho tiempo no venía y no sabe si vendrá en el futuro.

Bajaron con una gran sonrisa que se ensanchó más al ver a jisung revoloteando alrededor de sus padres con un brillo en sus ojos. Lo cierto es que, principalmente, la casa en malasia era para pasar las vacaciones o alguna otra cosa pero, luego de que jisung se marchara a la universidad los señores Han creyeron que sería bueno estar un tiempo allí. Comieron la cena juntos, como solían hacerlo en el pasado y ahora jisung limpia los platos sucios junto a seungmin mientras que Minho le insistió a la sra han que dejara que la ayudara a cambiar las sábanas polvorientas en la habitación de jisung y agregar dos colchones.

—gracias.— le dijo la sr han cuando terminaron todo, dándole un abrazo con algunas palmaditas —me alegra verlos.— minho sintió algo cálido en su pecho y sonrió separandose para bajar a la sala y en el proceso la sra pregunto —¿Cómo van tus estudios?.

—bien.— la única parte que odia es hacer un informe luego de haber improvisado. Aunque... —la temporada de exámenes siempre es difícil.— rasco su nuca bajando el último escalón.

La sra han rió —siempre lo es.

—¡Mamá!.— jisung la abrazo —iremos arriba ahora, buenas noches.— le dió un besito en la mejilla y corrió escaleras arriba, minho suspiro, ¡El las acaba de bajar! Seungmin apareció en su rango de visión con el cabello alborotado y labios húmedos, imagina porque y siente una punzada en su pecho pero, decide ignorarlo porque prefiere estar feliz por ambos.

—no se preocupe, le diré que se bañe antes.— la sra han asintio con una sonrisa completamente encantada con seungmin pero... ¿quién no lo estaría?.

Wah, Sigue siendo extraño tener pensamientos así sobre seungmin

—que tengan buenas noches.— se despidió para volver a subir, escuchaba los pasos del pelirrojo cerca pero no volteo a verlo. De esa forma, sería todo más fácil.

El no compartir demasiado tiempo con ellos le hará más fácil desligarse. Por supuesto que seguiría siendo difícil con jisung, son demasiados años enamorado de ese hombre sin embargo, creyó que lo sería con seungmin es decir, hace como un mes bueno, dos que lo está. No. Ya el estaba enamorado así que fue hace dos meses que lo sabe.

Y bueno, aunque no han ido más allá de los besos si han tenido tiempo juntos comportándose de manera muy cariñosa y aunque seungmin no le ha dicho que se siente atraído, lo sabe.

—¡Minho!.— la voz de jisung retumbó en sus oídos

—mierda, me asustaste.— escuchó a Seungmin reirse mientras le colocaba la mano en el hombro al de mejillotas

—ve a... Oh.

—¿Oh? ¿Qué es 'oh'?.

—te iba a decir que te dieras una ducha pero, veo que ya estás en eso.— jisung mantenia una toalla alrededor de su cuello riendo levemente. Minho sonrió pasando de ellos y cayendo en el colchón que había escogido.

Tal vez no debió aceptar venir pero cuando ambos chicos se lo propusieron dos días antes  no pudo negarse. La emoción que sintió fue abrumadora y teniéndolos abrazándose de su propia cintura como niños malcriados, no ayudo en absoluto.

—¿No tendrás problemas si voy yo luego, verdad?.— negó con la cabeza —bien.— fue besado en la mejilla y en la frente.

Squirrel ✧♦minsung//Seungsung//Knowmin♦✧Where stories live. Discover now