Squirrel ✧♦minsung//Seungsung//Knowmin♦✧

siete.

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—mmn... Seungmin... espera.— minho jadeo contra la dulce boca del pelirrojo, sus manos haciendo un intento por separarlo —necesito ir al baño.— agregó cuando fue mordido en el labio inferior, sus piernas temblaron pero no cayó.

—¿en serio tienes que ir?.— seungmin pregunto sin dejar de continuar con el beso. Minho hizo un sonido con su garganta en afirmación pero ambos estaban lejos de querer separarse.

Después del primer beso se habían quedado en un silencio sepulcral, estaban bebiendo pero ya no se decían nada. No sabían que había sido ese beso o por qué sucedió pero querían que se volviera a repetir sólo que desconocían cómo poder abordar el tema con el otro, tuvieron unos minutos más de silencio y entonces no lo soportaron hablando al mismo tiempo

—oye.

Bajaron la cabeza apenados por alguna razón, aunque el que se besen dos personas que dicen odiarse desde que eran unos infantes, no es algo que se vea todos los días.

—habla tu.

—no, está bien. Habla tu.

—ibas a decirme algo.

—tu también.— minho rio con nerviosismo, sus mejillas se sentían calientes

—empieza tu primero.— insistió seungmin

—puedes hacerlo tu.

No sabían porque estaban comenzando a actuar de esa manera tan tonta. Sus cabezas chocaron en un golpe fuerte al tener la misma idea; beber de la botella, rieron sin poder mirarse a los ojos. Minho obtuvo la botella ofreciendosela a seungmin sin razón alguna

—gracias.— minho asintio con su cabeza, su frente colocandose roja al igual que la de seungmin —entonces...— comenzó —el beso... ¿por qué lo hiciste?.— minho no lo miro en cambio, mordió su labio inferior porque a decir verdad, no hubo una buena razón para hacerlo. En un momento estaba bien y en el otro surgieron estas ganas de besarlo.

—no lo sé.

Seungmin parpadeo sin saber qué decir. Aunque halla disfrutado ser besado por minho fue extraño dado el hecho que en la mañana estaban moliendose a golpes y diciendose cosas que... Bueno, no eres precisamente lindas. Volvieron a quedarse en silencio, el teléfono de minho cuando sonó hizo eco en el dormitorio pero ninguno dijo nada

—changbin dice que está acompañando a jisung.

Caramba, la tensión puede hasta verse

—que bueno.

Minho tecleo alguna respuesta y dejo su teléfono a un lado mordió su labio inferior moviendo sus dedos pulgares en círculos alrededor del otro. Se sentía incapaz de ver a seungmin a la cara, no por el hecho que lo halla besado, más bien sería porque quiere volver a intentarlo.

Quiere saber si el chico se doblegara ante el o si el mismo lo hacía ante seungmin.

Su cara se calentó al recordar como se sintió. Los labios de seungmin se sentían tan duros contra los suyos; eran tan salvajes y diferentes a los de jisung es decir, besar a jisung es como darle un beso a una almohada esponjosa y suave pero besar a seungmin era como dos príncipes batallando por ser el rey o dos guerreros peleando para demostrar quien es más fuerte.

Suspiro, ese beso se sintió tan bien.

—¿Minho?.— seungmin le llamo y minho tuvo que parpadear para alejar lejos aquellos extraños pensamientos