• XIII •

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A la mañana siguiente, Namjoon despertó lentamente mientras estiraba sus brazos para después abrir sus ojos, hacía mucho tiempo que no dormía tan bien, poco a poco empezó a oler un aroma a madera agradable y que lo relajaba. De un momento pensaba que estaba en el bosque hasta que lentamente pudo ver una luz tenue donde había pinturas y colores donde rápidamente reconoció en donde estaba. 

       En eso, escucho unas pisadas acercándose lentamente, rápidamente Namjoon se volvió a acostarse fingiendo que estaba dormido, trataba de regular su respiración mientras escuchaba las pisadas del ser que había entrado a la sala para después escuchar como se iba lentamente. No pasó mucho para que Namjoon abriera de nuevo los ojos y se levantará, se había puesto sus zapatos para después salir pero algo le decía que algo estaba mal, en eso, volteo y vio a Jimin quien estaba detrás suyo.

       — Hola Namjoon, buenos días. No pensé que ya estarías despierto — Saludo Jimin con una sonrisa.

       — H-Hola Jimin… — Saludo Namjoon algo nervioso — Pensé que habías salido, había escuchado tus pisadas que iban hacia la cocina… —

       — ¿En serio? Ya veo… — Rió Jimin — Puedo caminar sin hacer mucho ruido, lo hago cuando estoy de caza pero a veces cuando estoy aquí lo hago inconscientemente y pasan ese tipo de cosas. Lamento si te despertó — 

       — No te preocupes, apenas me había levantado — 

       — Bueno, el desayuno está listo. Los chicos y yo hicimos panecillos, te dejamos uno por si te gustaría probar e hice unos panqueques. — Comentó Jimin mientras iba a la puerta — Te dejo para que puedas arreglarte y hacer tus cosas, puedes usar mis cosas sin ningún problema. Te espero en la cocina. — dijo Jimin para después salir de la habitación.

       Namjoon estuvo unos momentos mirando la puerta, se sentía raro por lo que había dicho Jimin pero cómodo al ver cómo le daban la privacidad y el respeto que ninguna de las personas le había dado cuando vivía en la ciudad o sus familiares. Se echó un poco de agua en su rostro para estar más despierto y arreglo su cabello que estaba algo maltratado, lentamente se quitó su ropa dejando ver las vendas que tenía en su vientre, las quitó con cuidado dejando ver qué había crecido más algo que le preocupó mucho a Namjoon.

       Se sentía feliz ya que el bebé estaba creciendo fuerte y sanamente pero algo que le preocupó mucho es que pronto los Alfas sospecharian y se darían cuenta del bebé que iba a tener. Pensaba en las mil y un maneras en las que los Alfas reaccionan de forma negativa y una que más resonó fue el hecho de tal vez lo saquen de ahí y lo dejarán en el bosque, en tal solo pensarlo se sentía humillado y diminuto, prefería irse por su cuenta que volver a ser humillado o devorado por tres Alfas depredadores.

       Acarició con cuidado su vientre para después ponerse la venda que tenía, lo apretaba lo más que podía para que no se notará mientras mordía fuerte sus labios tratando de aguantar el dolor hasta que lo amarró con cuidado de que no se soltara. Decidió agarrar (dudosamente) algunas prendas de Jimin que consistía en un pantalón de mezclilla holgado y un suéter verde largo para que no dejará ver su cuerpo.

       Al salir, fue a la cocina donde estaba Jimin quien estaba viendo unas hojas algo confundido hasta que giró, dándole una sonrisa a Namjoon.

       — ¡Hola Nammie! Te ves muy bien con esa ropa — Saludo Jimin — ¿Quieres que te ayude a subir? —

       — Claro — Asintió Namjoon 

       Jimin se levantó para poner a Namjoon en la silla y después fue a servir el desayuno.

       — Aquí tienes — Le dio el platillo a Namjoon — ¿Te gusta el café o que te gustaría tomar? —

Mi linda vaquitaWhere stories live. Discover now