CAPITULO 14 En rumbo a Otamatu

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Me junte con Kumakaia y Thaddeus en el balcón del hospital, necesitábamos saber que hacer en Otamatu para rescatar a la capitana Aimar por lo que Kumakaia nos explicó que Aimar es de las más buscadas en ese país después de robar uno de los objetos más valiosos de aquel lugar, además el ultimo dige se encuentra en Otamatu así que lo más probable es que Saab se dirija a Otamatu para robar el ultimo dige.

Teníamos dos objetivos, el primero era rescatar a Aimar y el segundo es tomar el dige, sin embargo, Kumakaia nos comentó algo que cambiara la historia de Otamatu, Aimar era la hija de los reyes de ese país.

Thaddeus y yo quedamos en shock, el rey que nos encargó a buscar los diges, es hijo de los reyes que tienen el ultimo dige que debemos buscar, además Aimar también es su hija, tenemos una oportunidad de tomar los diges sin pelear, solo tenemos que encargarnos de Saab, así que tenemos que informarle a el rey de Notonari, tomamos a uno de los mensajeros de Kumakaia quien fue enviado a Notonari para avisarle al rey Besimi que la última batalla se llevara a cabo en Otamatu.

El barco de Kumakaia zarpo, Rost y Thaddeus estaban reparando las zonas que Saab destruyo del barco, yo solo me preguntaba como habrá vivido Moiwahine aquella situación y cuando me fijé en ella solo vi una mirada vacía sus ojos parecían muertos mientras miraba aquella zona en la Saab la tenía en contra las cuerdas, lo único que la trajo de vuelta fue aquel bebe que cargaba en sus brazos.

Muchas cosas pasaban por mi cabeza, pero el que más distraído estaba era Reynard quien aún no le hablaba a Moiwahine de aquel asesinato, la verdad yo pensaba que era mejor no hablar de aquello, pero era decisión de Reynard, aquel momento fue incomodo, Reynard se acercó a Moiwahine y le pidió hablar a solas, lo que paso por mi cabeza fue cuando una de las ancianas me dijo lo mismo cuando aún era un niño, ellas me dijeron que la razón por la que mis padres se convirtieron en marginados era porque en uno de sus viajes en barco rompieron una de las leyes sagradas, mis padres eran quienes transportaban los tesoros del rey, entre ellos un papiro con las leyes impuestas en el país, entre ellas se hablaban de los diges, de cómo se distribuiría los territorios y mis padres fueron los responsables de llevar aquel papiro a Notonari, sin embargo una fuerte tormenta los azoto y debido a aquella catástrofe natural mis padres tenían que escoger entre sus vidas y la de la tripulación o los tesoros y el papiro sagrado, la opción de mis padres fue obvia pero al incumplir aquel mandato el rey deicidio que al incumplir la ley por proteger su vida antes que un tesoro sagrado serian marginados mis padres serian ejecutados ese mismo día de no ser porque mi madre estaba embarazada de mí, años después de que nací, mis padres fueron ejecutados si poder decir una sola palabra, "necesito que hablemos a solas", esas palabras tenían mucho valor por todo lo que significan con unas simples palabras, mis padres fueron ejecutados por la orden del rey y por la simple orden de un rey, estoy en esta aventura, aun así estoy dispuesto a hacer todo por la gente al igual que mi familia protegió a las personas antes que a los tesoros sagrados, volví al mundo real cuando vi a Moiwahine bajar con su bebe pero ella no estaba enojada, únicamente bajo y se fue a su dormitorio, Reynard se me acercó y me comento que le conto que Gannon estaba siendo controlado por Saab y que tuvo que matarlo por mucho que no quisiera, Reynard le conto todo, y sus últimas palabras fueron:

"Veo Otamatu a lo lejos, en aquella ciudad, la siguiente persona que asesinare será a Saab... Cueste lo que cueste"

Reynard tenía razón, la ciudad se lograba ver incluso a esa distancia, se veía imponente y desde lejos se veía aquel palacio en el que se encontraba el ultimo dige.

¿Qué nos esperaría en aquella ciudad?, la ciudad donde el destino del país estaba en juego.

La primera OdiseaWhere stories live. Discover now