La primera Odisea

CAPITULO 15 Planea, ejecuta y escapa

Llegamos al anochecer a la ciudad el puerto de Otamatu está relativamente cerca de la ciudad así que logramos llegar a tiempo a una casa de hospedaje, Kumakaia nos advirtió que no le dijéramos a nadie del pueblo que conocíamos a Aimar y que a primera hora de mañana cada grupo cumplirá su misión, Daito y Moiwahine buscarían el dige, mientras que Rost, Thaddeus, Reynard y Kumakaia recatarían a Aimar de la prisión, Kumakaia tenía todo muy claro sea como sea buscaría y rescataría a Aimar, en la noche Thaddeus salió junto con Reynard para ver cómo era la prisión por fuera y se dieron cuenta que en realidad la prisión estaba bajo tierra, no estaba expuesta, la prisión tenía niveles en el exterior estaban los guardias muy bien armados y con varias alarmas por si llegaban a intentar huir, al lado de la prisión estaban pelotones del ejercito por si había un intento de fuga para entrar a donde estaban los presos tenían que tomar un ascensor que solo se puede maniobrar desde arriba con una palanca, además, la zona de los reclusos está muy bien resguardada por miembros de elite del ejército y las llaves de las celdas están en una cabina que esta sellada por completo, Reynard y Thaddeus se enteraron de cómo era la prisión por dentro debido a que capturaron un guardia y le sacaron la información a golpes, después Reynard lo noqueo y lo encerró en una taberna cercana, lograron sacar información sin ser detectados.

Esa misma noche estaba hablando con Moiwahine, acerca de cómo entraríamos a la sala del rey y la reina, pero ella tenía que esperar a que me infiltrase para que ella pueda pasar sin problemas, ahí ella cerraría la puerta y tendríamos la oportunidad de hablar con ellos teníamos el plan lo único que faltaba era ejecutarlo.

En la mañana tomamos la información que necesitábamos de la ciudad, y decidimos empezar con los preparativos para la misión Daito y Reynard aprovecharon para conseguir armas en el bazar Reynard consiguió un par de dagas, mientras que yo conseguí una kusanagi chokuto, una espada recta con una forma cuadrada en la punta de la espada de fácil manejo, por otro lado, Kumakaia, Rost y Thaddeus fueron a donde se encontraba un herrero que Kumakaia conocía.

- Raud viejo amigo – Dijo Kumakaia mientras extendía los brazos para saludar a su amigo

- ¡Oh! Kuma, ¿Cómo estás?

- Bien Raud, pero debo pedirte un favor

- Claro, lo que sea para ti

- Él es Rost y su amigo Thaddeus, estamos buscando armas y sobre todo flechas para Thaddeus ¿Tendrás un par de esquirlas o algún arma pesada?

- Ya veo, tengo un par de flechas en el cuarto de atrás incluso unas con revestimiento de hierro, pero la única arma pesada que te puedo ofrecer es una Mandoble, aunque puedo hacer un par de mejoras si deseas, puedo hacerla más ligera, aunque no dudo que el tipo corpulento de ahí no la pueda levantar.

- Eso estaría perfecto Raud –

- Por cierto, Kuma, ¿Te acuerdas del arma que te hable la otra vez?

- ¿El sable? ¿Está listo?

- Si, y viendo la necesidad de conseguir varias armas creo que te servirá, ¿La quieres?

- Aimar amara ese sable, dámelo...

Armas listas, información recolectada, plan definido, solo faltaba realizarlo esa misma noche Otamatu sufriría la primera fuga de un recluso de su prisión y el primer allanamiento de la morada de los reyes de su historia.

Por fin anocheció, él bebe de Moiwahine dormía y los primeros en salir a cumplir su objetivo fue el grupo de Kumakaia, quien tenía la idea de fingir que estaba siendo atacado por Rost y Thaddeus y Reynard desactivaría las alarmas.