Capitulo 1

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Esto sucedio antes de que muriera. un dia recien me habia mudado a mi nuevo hogar donde viviria solo. necesitaba un empleo asi que conseguir obtener una entrevista en la universidad llamada: Arnoldo Filis. ahora mismo estoy en la oficina del director, este mismo esta entrevistandome para saber si cumplia con los requisitos de ser profersor en medicina.

-Mmm...Nada mal. ¿Asi que fuiste un enfermero?-

Dijo el director mientras revisaba mi curriculum. yo un poco nervioso le respondi...

-Asi es. cuando era joven estudie medicina para ser doctor, pero luego me ofrecieron una oportunidad en la enfermeria. -

-Mmm...es un trabajo importante. ¿Por que la dejaste?-

-Pues...Mis padres fallecieron. mi hermano y yo heredamos la casa, teniamos nuestras diferencia asi que me muder en un apartamento un poco cerca de aqui.-

-Mmm...¿Y tienes algo de experiencia en enseñar?-

-Un poco. cuando era enfermero habian llegados unos estudiantes de una universidad a hospital, ese dia yo fui guia de un pequeño grupo a quiénes enseñe más o menos las funciones y la necesidad de ciertos útiles.-

-Mmm...¿Te gusta el chocolate?-

-¿Eh?...si, ¿A quien no?-

("¿Y esa pregunta que?")

- Eres perfecto. Estas contratado, empiezas el lunes.-

- Gracias.-

Habíamos acordados con estrechar nuestras manos. Después de la entrevista me fui a mi casa, era de noche. Durante el camino vi una tienda que tenía un descuento de 60% en pescado, aproveche la oportunidad de comprar una bolsa.

- Esta noche voy a comer bien.-

Me dije a mismo mientras veía la bolsa de pescado en mi mano. Creo que debería dejar de hablar solo.

-*¡¡¡MIAUUUU!!!*-

- ¿Mmm?-

Escuche un maullido fuerte a mi lado. Cuando volteo a ver hacia mi izquierda resultó ser un gato de pelaje blanco que no paraba de gruñir y maullar a una pared. Hasta creo que se le veía agotada como si hubiera corrido un maratón.

-Jeje, es solo un gato.-*dije*

El felino se percato de mi presencia y me miró con una expresión de desconfianza. Estaba en una posición gatuna de amenaza con sus ojos azules como si fueran de diamante sin dejar de verme.

- Tranquila, no te hare daño.-

La gata dejo su postura y se acerco hacia mí, pero a llegar lo único que hizo fue olfatear la bolsa de pescado que llevaba conmigo.

-¡Miau!-

-¿Eh?. . . ¿Quieres?-

Metí mi mano en la bolsa para sacar un pescado que después había dejado en el suelo frente del gato. Este mismo lo olió y empezó a comer como si nunca hubiera comido en su vida.

-Eres muy linda.-

Me había agachado para levantar unas de mis manos hacia el felino, la acaricie mientras se comía el pescado que le di.

-Bien. Me tengo que ir.-

Me levante y reanude mi camino hacia mi casa, volteo mi mirada donde estaba el gato, y este mismo me estaba siguiendo.

-¿Quieres venir conmigo?-

El gato traía consigo la mitad del pescado en la boca, se sentó a mi lado mientras me miraba con esos ojos diamante.

Mi segunda vida como RaissaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora