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Jisoo dejó caer una bandeja de cartas sobre el escritorio de su amo, Namjoon se quedó estupefacto y alzó el rostro viendo a su ama de llaves, para preguntar que demonios estaba haciendo al tirar aquellos sobre encima de sus documentos más importante.

—Son propuestas de matrimonio para el joven Jung —comentó con una gran sonrisa aquella doncella, viendo los apellidos importantes que habían sobre ellas.

—¡Oh perfecto! quemalas —ordenó rápido, tomando aquellas cartas para ponerlas de nuevo sobre la bandeja de plata donde su ama de llaves las traía.

—¿Q-quemarlas? amo, esto es importante para el joven Jung, debe ser él quien tome esa decisión.

Namjoon tomó las cartas empezando a leer de quienes provenían.

—Es un mujeriego —tiró rápido la carta en dirección del fuego de la chimenea — este tiene un hijo bastardo, este joven no es muy sobresaliente — prosiguió a decir lo peor de cada uno hasta que quedó una, algunas razones llegaron a ser incluso rídiculas —y este es más pobre que el joven Jung —Jisoo abrió y cerró la boca, consternada, incluso descartó a un pretendiente solo porque: "Su pelo no era muy brillante" ¿No eran todo excusas o acaso, su amo aún sentía algo por el joven Jung?

—¿Dónde está Jung Hoseok-...

La puerta se abrió de un golpe como si el Patriarca hubiera convocado al menor, el cual entró en su camisón de dormir, Jisoo al verlo, suspiró un tanto apenada.

—¡Patriarca, tenga usted un muy buenos días! Hoy el sol salió brillante —corrió en dirección de la ventana para señalar el astro, hasta que una nube gris lo tapó —estaba.

—Joven Jung, le he dicho muchas veces que no salga en pijama le recordó Jisoo que se acercó al menor.

Hoseok se sentó sobre las piernas de Kim Namjoon, el cual se quedó inmovil, sintiendo su cuerpo ponerse tenso cuando el trasero del tipo chocó contra su parte baja, haciendo cierta presión. Miró a Jisoo con ojos aniquiladores, para que le quitara rápido al chico. Ella tomó al menor de las manos con sumo nervios.

—Joven amo, está cometiendo una falta de respeto —susurró apenada aquella ama de llaves.

—¿No es un bonito día? ¡Debe serlo!

—¿A qué se debe tu felicidad? —interrogó tratando de llenarse de paciencia aquel hombre.

—Hoy regresa Zelo y Felix del viaje que les ordernó. Tendré de nuevo con quien jugar.

—Jisoo, puedes retirarte.

La ama de llaves afirmó y Namjoon quitó encima suyo al joven vampiro, quien se dirigió a sentarse en una de las sillas de enfrente. Notó que aquel hombre siguió en su trabajo, leyendo documentos y que aún había una pila de papeles que terminar.

—¿Qué hace?

—Trabajando ¿No lo ves, engendro?

—Cuénteme algo, un chiste, una historia.

—No soy un bufón de la corte. Soy un Duque, estoy ocupado.

—Quiero un gato.

—Había una vez un huevito en el polo norte, entonces se rompió y dijo: "Pi, pi, pi...pinche frio el que hace aquícontó de forma monótona y contempló a Jung Hoseok.

El menor se quedó en un largo silencio, sin entender aquel chiste.

—Que sea una gata blanca.

—Odio los gatos, no te daré uno.

—Mi gata murió hace muchos años, era con quien solía jugar cuando aún era niño, vivió una vida larga, 15 años fue mucho —notó que Kim Namjoon no le estaba prestando mayor atención, sonrió un poco, ya estaba acostumbrado de todas formas —¿No llegaron cartas de invitación para mí, aunque sea a una fiesta de té?

Namseok||NobilityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora