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Kim Namjoon contemplaba una pintura que se mantenía en el comedor, era el retrato de su difunta y primera prometida, la cual se mantenía sentada sobre una silla con una sonrisa, manteniendo unas flores en su mano, el vampiro frunció el ceño, cuando escuchó como la puerta del comedor se abrió, ingresando Jung Hoseok, quien al ver al Patriarca, hizo una reverencia y se sonrojó al recordar el día anterior, con pasos lentos y algo toscos, se sentó del otro lado del comedor, soltando un suave quejido en el proceso, esa mañana había amanecido adolorido de sus piernas y caderas, tomó el tenedor y buscó concentrarse solo en comer, no se atrevía ni a ver el rostro de aquel vampiro.

Namjoon puso sus manos tras la espalda, apretando entre ellas, se preguntó como debía actuar en ese momento: «¿Qué debería preguntar?» se sentó y empezó a comer, ya que había esperado al joven Jung para desayunar juntos. El mayor alzó su mirada, notando que el omega ya no golpeaba el tenedor cuando comía, la primera vez que llegó al castillo, ni siquiera había recibido clases de etiqueta; pero en esa segunda vida, se había encargado de educarlo siendo aún un niño.

Sentía que había hecho un arduo y buen trabajo con el joven Jung.

—Hoy ha sido una mañana fría—trató de romper la tensión aquel omega que ingirió un sorbo de jugo de fresas y limpió la comisura de sus labios con una servilleta de tela.

—Lo es—respondió cortante aquel hombre sin saber que más responder.

—Jisoo me ayudó a bañarme con agua de rosas—sonrió un poco avergonzado—, ayudo un poco con mi dolor de cuello.

—Entiendo—Kim Namjoon dejó de comer y fijó su mirada directo al omega, con sumo esfuerzo carraspeó y agregó—¿Tu cuerpo...está bien?

—Oh...si—Jung Hoseok casi dejó caer el tenedor de su mano al tratar de recordar sobre la noche anterior—, Jisoo me dio una bebida esta mañana, dijo que me ayudaría. Era amarga—hizo cara de asco pero luego sonrió para seguir comiendo—, el médico la recomendó.

—Si tu cuerpo duele, puedes llamar al médico para que te atienda—Namjoon volvió a comer y bajó su mirada—, tengo un viaje dentro de tres meses, iré a Holanda a arreglar unos asuntos, estaré allá unos cuantos meses.

—Estará demasiado tiempo—exclamó con suma sorpresa.

—Son asuntos del trabajo. No estarás solo, no te preocupes. Jisoo se quedara a cuidarte, solo me llevaré a Yuqi.

Hoseok solo afirmó con lentitud y empezó a comer de forma recatada, hasta que el chef se acercó y le puso un pequeño postre de chocolate y sin pensarlo dos veces, le dio un gran bocado, olvidando la buena educación a la hora de comer. Al darse cuenta que había roto la etiqueta, alzó el rostro nervioso, viendo al frente, notando la mirada intensa de Kim Namjoon sobre él, por lo que se estremeció. Los vellos de su cuerpo se erizaron al recordar el roce de sus cuerpos desnudos: No era momento para tener semejante pensamiento.

Se levantó de un golpe al tener aquel pensamiento.

—Yo...me retiraré, no me siento bien, con su permiso, Patriarca.

—Llamaré al médico para que vaya a visitarte.

—¡No-...solo necesito descansar.

Dicho eso, el menor salió del comedor muy sonrojado sin poder decir más. Kim Namjoon solo masticó con lentitud y frunció el ceño, incomprensible. Kim Jisoo vio a su joven amo salir casi llorando de aquel comedor y apresurando sus adoloridos y torpes pasos de aquella mañana. La ama de llaves se asomó al comedor, sin comprender que había sucedido, al notar a su amo muy tranquilo, solo suspiró para seguir a Jung Hoseok escaleras arriba mientras le gritaba que no corriera y tuviera cuidado.

Namseok||NobilityWhere stories live. Discover now