new year's day, 𝘵𝘢𝘺𝘭𝘰𝘳 𝘴𝘸𝘪𝘧𝘵

16, 𝙈𝙞𝙨𝙘𝙤𝙢𝙢𝙪𝙣𝙞𝙘𝙖𝙩𝙞𝙤𝙣 𝙡𝙚𝙖𝙙𝙨 𝙩𝙤 𝙛𝙖𝙡𝙡 𝙤𝙪𝙩 (1/2)

⋆⭒˚｡⋆ 𝘓𝘢 𝘮𝘢𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘶𝘯𝘪𝘤𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘱𝘳𝘰𝘷𝘰𝘤𝘢 𝘱𝘦𝘭𝘦𝘢𝘴
📍 :: Maui, hawaii.
🗓️ :: 5 de noviembre, 2017.

Sonreí —Te ves bien. —le acomodé el corbatín a mi sobrino, Mike.

—Me siento ahorcado, tía Dayse. —dijo haciendo una mueca.

Sonreí y le pellizqué una mejilla suavemente —Te ves guapísimo.

—¿Listas? —preguntó la organizadora del evento.

Todos asentimos.

Entonces Rory salió del vestidor con un hermoso vestido blanco cubriéndole el cuerpo. Llevaba un escote bastante lindo y mangas largas de tul con encaje de flores. La falda iba pegada a sus caderas hasta que después de esta, se formaba una falda discreta que le quedaba a la perfección.

Los ojos se me llenaron de lágrimas y me llevé una mano a la boca —Rory... Te ves preciosa.

Rory dio una vuelta mientras se sujetaba la falda, avergonzada de todos los cumplidos que inundaban la sala.

Sofía y yo nos acercamos a ella, hasta envolverla en el abrazo más calido que jamás había dado a nadie.

—Estoy tan feliz por ti. —dijo Sofi antes de sorber por la nariz.

Rory inhaló con dificultad y se abaniqueó los ojos, mirando hacia arriba —Paren, van a hacerme llorar.

—Es el día más feliz de tu vida, por supuesto que deberías llorar. —dije limpiándome una lágrima de la mejilla.

—Es hora, chicas. —dijo la organizadora, saliendo del cuarto con una mano en su audífono.

La marcha nupcial se hizo presente y tomé a Mike de la mano, caminando detrás de Sofi y su hijo mayor. Caminando bajo al altar, Taylor me miraba sonriente, desde su asiento. Le guiñé el ojo y nos colocamos en nuestro lugar.

Rory había escogido a su mejor amiga como dama de honor, por lo que Sofía y yo nos sentamos en nuestro lugar asignado.

—Te ves preciosa. —me susurró Taylor cuando el padre nos dedicaba unas palabras.

Me sonrojé —Gracias. También te ves hermosa.

Taylor entrelazó sus dedos entre los míos y se recargó en mi hombro, mientras yo sentía su aliento cálido en el cuello.

Un par de minutos después sentí que aparte de su aliento, ahora también tibias gotas me recorrían el cuello.

—¿Tay? —dije mirándola.

Se limpió los ojos —Lo siento... no sé qué pasa.

—Oh, cariño. —dije abrazándola con una gran sonrisa.

Entonces comencé a divagar con cuidado en mi mente:

¿Puedo imaginarme a mí misma con un vestido blanco?
Huh, te ves absurdamente bien. Contestó mi subconsciente.

¿Voy caminando al altar?
Bueno, no puede ser tan malo, ¿cierto?

¿Hacia quien voy caminando?

Mi subconsciente no hizo falta para eso, sabía perfectamente hacía quién.

Taylor.

Tenía sentido, ¿no?

Sí, era ella mi novia. Pero antes fue mi mejor amiga, mi tercera hermana, mi ancla y la que siempre creyó en mí, incluso si ni yo misma lo hacía, cosa que siempre me pareció absurdamente admirable. Por Dios, le había escrito un álbum, tú no lo escribes un álbum completo a alguien a menos de que estés absolutamente seguro de que es el amor de tu vida, ¿no?