Me acostumbré a tu ser humano.

Todo se derrumbó.

Solo quería estimular a Chuuya un poco, no era mucho, solo bastaba un poco después de todo estaba en su celo. Pensó en tocar el cuerpo de Chuuya eso sería suficiente, solo eso bastaba. Pero bueno, la codicia de Dazai era muy grande y los labios de Chuuya son tan bonitos como para resistirse a ellos. Eran de buen tamaño. Sería la primera vez en toda su vida que besaría a un hombre.
Estaba dudando si hacerlo o no, si quería pero su orgullo por odiarlo se lo impedía y en una batalla interna simplemente se dejó llevar por su deseo.

Si, sabían tal y como se los imaginaba Dazai.
Pero... Era tanto su impulso por besarlo que el beso era muy agitado y ni siquiera se había dado cuenta hasta que Chuuya lo apartó para poder respirar con dificultad.

Los labios de Chuuya lo habían viciado pero ahora tenía que ir más rápido.

Dió un pico a la boca de Chuuya haciendo resonar el choque de labios y luego siguió dando besitos bajando poco a poco hasta llegar a uno de sus pezones dónde sin dudarlo lamió un poco recibiendo un gemido por parte del otro.

—Si, deja salir tu voz Chuuya solo por hoy te lo voy a permitir— Dijo para luego succionar ese pezón, recibiendo otro gemido y un fuerte agarre a su cabello con la mano de Chuuya.

Al diablo con el orgullo estaba bien hacer lo que sea con los deseos carnales. Además una noche anterior ya se lo estaba imaginando justo así, entonces ¿para qué hacerse el ciego?

Las manos de Dazai empezaron a moverse más traviesas tomando libertad de tocar dónde quisiera, empezó por la espalda, trazando líneas con sus dedos hasta bajar a la retaguardia del más bajo dónde apretó fuertemente, porque así como lo aparentaba Chuuya tenía un trasero de bonita forma.

Bajo el agarre de su trasero hasta la parte trasera de la pierna derecha de Chuuya acariciando por lo suave que se sentía y lo grandes que se sentían los muslos de Chuuya.

—Quien diría que tienes una bonita figura chibi— La sonrisa maliciosa salió a flote y al mismo tiempo dando otro beso al más bajo que solo correspondía sin mover mucho la boca solo dejándose llevar por lo que el castaño hacía.

Esta vez Dazai se tomó más con calma el beso. Succionaba, lamía jugaba con los labios de Chuuya mientras seguía acariciando su cuerpo. Cada zona que tocaba dejaba un calor ardiente. Pero por alguna razón no tocaba el lugar donde más consolación quería Chuuya, entonces, el mismo mientras seguía con el beso, poco a poco bajo su mano para tocar su miembro y Dazai lo detuvo antes de que avanzara.

Cómo pudo Chuuya rápidamente se liberó del beso para reclamar a Dazai.

—¿Que carajos crees que haces?— La escandalosa voz resonó en los oídos del más alto.

—¿Crees que eres el único que sufre aquí Chuuya?— Guío la mano de Chuuya a la ereccion que acumulaba bajo ese ahora apretado pantalón.

Se sentía tan grande y duro. Chuuya en su vida había tocado algo así (bueno tampoco es como si hubiera tocado a más hombres, sólo a él mismo). Aún así el celo se apoderó de sus pensamientos y de su boca también dejando salir un-

—Damelo— Sonó desesperado.

Dazai en serio lo había considerado pero no, el solo decidió ayudar a Chuuya y solo eso, además de que no está conciente y seguro después de esto lo querría matar a golpes, no sé imaginaba si Chuuya se acordará que también había perdido su virginidad.

—No te preocupes te haré sentir bien ahora mismo— Quitó la mano de Chuuya dejándola a un costado y acaricio el miembro del más bajo.

—Siento que me torturas de esa manera— Se quejó.