Te ayudaré

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—¿Ch-Chuuya?— Se veía tan vulnerable a los ojos de Dazai y su cuerpo comenzaba a desear algo gracias al celo de Chuuya.

Lo mejor era irse ahora y dejar a Chuuya solo. Dio dos pasos hacia atrás y...

—Mmgh— Sus labios fueron atrapados en los de Chuuya y que al mismo tiempo rodeó sus brazos sobre su cuello.

No fue más que un choque de labios porque Chuuya en su vida había besado a alguien solo hizo lo que quiso por capricho.
Y aún así intento meter su lengua en la boca del otro sin tener éxito porque Dazai se resistió a ceder.

Dazai estaba en completo shock siendo arrastrado por el más bajo hacia adentro de la habitación.

—Mm-ba— alejó a Chuuya de sus labios tomándolo de los hombros —¿Que crees que haces?

El ojiazul no respondió y siguió abrazando el cuello del más alto, enterrando su rostro entre el cuello y el pecho de Dazai.

—¡Jmm! Aléjate, no sabes lo caliente que se siente tu cuerpo.

—Ahh— Suspiro Chuuya —Vete a la mierda Dazai, si no hubieras llegado... —Chuuya lo empujó hasta la cama.

—Controlate Chuuya, Atsushi esta abajo en la sala. —Rapidamente se levantó de la cama antes de que Chuuya hiciera otra cosa porque estaba seguro de que si esto seguía... Dazai entraría al juego también.

—No te vayas...— Una mano agarró la muñeca de Dazai, Chuuya se veía necesitado.

«No hagas esto así Chuuya»

Dazai arrugó la nariz y de un manotazo hizo que Chuuya lo soltara, sintiéndose libre para ir hasta la puerta, abrirla y salir de su habitación.

Tomó aire un par de veces porque todo el ambiente era ya muy caluroso, no sabía si porque estaba nervioso, por cualquier cosa que haga Chuuya o si era por la atracción entre alfa y omega, posiblemente las dos.

Bajo del segundo piso llendo a la sala donde se encontraba Atsushi coloreando.

—¡Mira Dazai!— Sus ojos brillaban y su voz sonaba escandalosa y entusiasmada. Levantó ambas manos para mostrar el libro que sostenía.

—Vaya... Pequeño, está muy bonito— Sonrió.

—¡Dazai!

Un grito escandaloso se escuchó, claramente de Chuuya.

¿Que demonios quería ahora? Dazai incluso sintió un ligero escalofrío de pensar que ahora Chuuya querría pasar su celo con él.

«¿Qué hago?»

Chuuya ya había olido a Dazai por lo que más alterado y desesperado se encontraba

Ahora era peligroso para Chuuya porque su celo lo podía enfermar con fiebre fuerte tos, y dolor de cuerpo.

—Atsushi, ¿quieres ir a ver a los niños que cuida Oda?

—¡Siii!— Grito emocionado.

—Puedes llevar tu libro y colores para jugar con ellos, mientras voy por algo. ¿Tienes una mochila?

—Si, tengo una en mi cuarto, voy por ella. ¿En serio puedo colorear allá? ¡A Sakura le va a gustar!— Ilusionado por la idea fue a ordenar sus cosas.

—Yo voy por la mochila— Dijo rápidamente Dazai y se fue arriba, no solo por la mochila si no también para encontrarse con Chuuya que por cierto ya estaba saliendo de su habitación.

Se veía débil, casi tambaleando al caminar sus mejillas se veían muy coloradas.

—¿A dónde crees que vas?— Dijo y lo metió a la habitación rápidamente de un jalón brusco.

Me acostumbré a tu ser humano. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora