Capítulo 1 Temor hacia madre

43 5 0
                                    

Al caer la noche la emperatriz quiso recibirme con una gran cena con toda la corte imperial 

- Es un placer tenerte aquí, señorita Ceris —

 - El placer es mío, su alteza —

 — siempre tan educada diamante del imperio, ya veo que no hice una mal elección al elegirte como aspirante. Espero que logres adaptarte perfectamente toda esta semana para poder arreglar el matrimonio del príncipe y usted lo antes posible

 Se sabe con claridad que la emperatriz nunca dejo de observar a la hija de los duques de Persalis, ya que siempre admiró que estuviera dotada de admirables conocimientos, ética y por supuesto de una gran belleza y con motivos del cumpleaños y coronamiento de su hijo, el príncipe, quería que se concretara un casamiento lo más pronto posible 

- Querida, quiero que en esta velada ocupes el asiento que está situado a mi derecha, porque tenemos bastante de lo que hablar.

 - como desee alteza -

Después de la cena, Barsen y yo decidimos dar un paseo por los jardines del palacio de la emperatriz, el cual serán mios en un futuro no muy lejano

 - y bien, ¿de qué hablasteis? -

pregunto curioso de saber lo que su madre había preguntado durante la cena

 - nada del otro mundo; "¿qué opina tu madre?", "¿tienes alguna queja con la residencia?", "¿necesitas más vestidos?", y tonterías sobre mi familia o los nobles del imperio -

Afirmé sin entusiaso

- Bueno, podría haber sido peor. Conozco a mi madre y a veces espanta con lo que suele decir o preguntar -

 Nos reimos y recordé todas las veces que nos reíamos cuando eramos mas pequeños. Con algo de angustia pero tranquila le quise hacer saber mi preocupación

 - Temo no hacerlo bien y no es por la emperatriz, más bien por mi madre... — 

A la duquesa de Persalis se la conoce por su mal carácter, engaña con su belleza, pero por el más mínimo descuido puedes acabar encerrado, o bien, muerto. No es que sea mala, simplemente tiene bastante temperamento, dentro de lo que cabe es una madre cariñosa y con un gran instinto maternal.

Barsen me quiso aclarar lo que pensaba sobre mi

 — Ceris eres la chica con más etiqueta e inteligencia que jamás conocí, por eso creo que lo harás genial y te convertirás en una de las mejores emperatrices -

 Me sonrojé por aquellas dulces y agradables palabras. Nunca lo vi tan apuesto, es más nunca me fije que realmente era así de guapo. Parece que el tiempo lo ha hecho madurar bastante

- Yo... —

Antes de que pudiera acabar la oracion, me cortó y con pillería procedió a hacerse el tonto

  -  Ahora me debes un beso por haberte hecho sentir mejor je, je, je—

- Tu siempre tan pícaro

- Qué decepción, yo pensé que por fin besaría a una dama

- deja de hacer un teatrillo — 

Nos volvimos a reír y de mientras la emperatriz nos observa desde la ventana de su alcoba y para ella misma dijo

 - Siempre es bueno que los futuros emperadores se lleven adecuadamente por el bien del imperio

El diamante del imperioWhere stories live. Discover now