VIII

376 76 29
                                    

Todavía era capaz de recordar.
Su cabeza había permitido guardar recuerdos aun si lo conectaban a esa máquina horrible cada ciertos meses para borrar todo aquello que iba sintiendo. Y ahora, ahí solo, sin rastros de luz y apenas consciente, eran lo único que tenía.

"Te quiero, Roier." Le había dicho Quackity cuando tenían unos años de vida en aquel horrible lugar, sostenía su mano mientras caminaban por el largo pasillo de color blanco, con las batas del mismo color apenas cubriendo sus cuerpos. Él era más bajito, su rostro estaba lleno de tiritas para cubrir los daños que habían sufrido tras el entrenamiento de modificaciones faciales.
Por su parte, sus ocho ojos lo miraban y no entendían qué significaba aquello en ese momento, pero ver esa sonrisita en su amigo le daba una idea. Apenas y articulando con sus mandíbulas arácnidas que aun no podía disimular, habló con esa voz apenas entendible, casi de ultratumba, arrastrando las palabras: –Yo también a ti, Quack."

Ya no era capaz de recordar ese rostro que solía tener, donde apenas era un niño. Con cuatro pares de ojos, inyectados en sangre. Donde antes apenas lograba hablar por la forma de su mandíbula que se extendia con sus colmillos y las partes extras en su cuerpo, como los dos brazos bajo los normales para un humano… Aquellos que le habían cortado mientras aún estaba consciente. Como gritaba y suplicaba para que no lo hicieran, pero no se detenían. Y luego como Nussa, quien apenas se veía mayor que él, lo cuido hasta que por fin pudo volver a la formación con Quackity. Solo que ya no era lo mismo, su amigo ya no volvería a serlo… Y el clon del azabache tampoco.

Quackity solo podía ver cómo el cuerpo de su amigo cada día empeoraba por las cosas que su otro yo le hacía. Aunque también era consciente de que Roier sabía que no era él, que ese no era Quackity, si no aquella copia que habían construido a su semejanza con la ausencia de poder sentir. Pero aunque su pecho doliera al ver a su amigo sacudirse violentamente y gritar de forma espeluznate por la tortura, no podía irse. Porque solo él podía detener a su otro yo.

Es suficiente. –Casi gritó cuando vio que Roier perdía el conocimiento e iba a ser despertado de nuevo. ElQuackity, como lo habían llamado, giró a verlo tras el gran cristal de la pared, sus ojos no sonreían pero su sonrisa ni siquiera titubeaba. Solo siguió la orden y se alejó para dejar al castaño sobre la mesa de metal donde lo había amarrado para usar electricidad en su castigo.

Aún podía soportar. –Le dijo su propia voz cruzando la puerta de metal a la sala donde podía observarlo todo. Apretó los dientes mientras su otro yo se quitaba los guantes de cuero negro que usaba.– Sabes que no puedes cuidarlo eternamente, van a reiniciarlo cuando suelte todo lo que sabe. Dentro de unos días se agotará la paciencia del Host y va a usar la máquina en su cabeza.

Quería golpearlo, quería que se callará… Apretó los puños y bajó la cabeza, incapaz de llevarle la contraria. El otro solo soltó una risa vacía y escandalosa.

Deja de hacerte el valiente si no vas a hacer una mierda, es patético. –Le consejo antes de hacer lo suyo y salir de allí, dejándolo con su impotencia latente como un latido molesto en su cabeza. Su último vistazo a Roier fue un golpe en todo su ser, el castaño lloraba apenas consciente y su suave voz lastimera apenas se oía en los parlantes de la habitación.

Me duele… Ya no quiero que duela…

《— ••• —》

Luzu se estiró y soltó un largo bostezo, la luz de la mañana cruzaba entre las cortinas que apenas dejaban ver hacia afuera. Sus ojos se adornaban con ojeras prominentes y ahora se los fregaba al quitar los lentes que solía usar para escribir durante la noche. Había perdido la noción del tiempo otra vez después de no haber tenido sueño por la madrugada, pero había escrito algo nuevo. Y debía admitir que darle un nombre al antagonista que era amigo de Roier y a su clon se sentía bien… ¿Qué diría el Quackity real cuando viera su apodo en el libro nuevo que publicaría en unos meses si lograba terminarlo?

El escritor y el fanfiker [LUCKITY]Where stories live. Discover now